En un panorama de crisis económica mas o menos generalizada, donde casi todos nos preguntamos si este verano nos vamos de vacaciones a algún destino extranjero, o nos quedamos cerca.
Además, la libra está muy cara para cualquier europeo, y mucho más para los visitantes de Estados Unidos (habituales turistas en las islas británicas), cuyo dolar ha perdido mucho valor en los últimos años.
Aún así, los británicos parecen asombrarse al conocer que la entrada de turistas extranjeros ha bajado un 5% en los últimos 3 meses. En el caso de los americanos, la reducción es muy superior: alrededor de un 8%.
La crisis golpea en todos los sectores, sin duda, pero al momento de elegir el destino de vacaciones, los sitios más caros pierden más que los más económicos, como es natural.
Reducir la estadía, redescubrir destinos más cerca de casa, bajar la categoría del hotel. Incluso considerar la opción del camping ( de la cual me declaro fiel seguidora desde hace tiempo ), compartir viaje y alojamiento. Buscaremos opciones y formas mas menos creativas de reducir costos, pero tratamos en lo posible de no renunciar totalmente al derecho y placer de disfrutar de nuestras vacaciones.
Vía | Business Scotsman