Bath, unos baños (y mucho más) Patrimonio de la Humanidad

A 156 kilómetros al oeste de Londres, cerca de Bristol, nos detenemos en una hermosa ciudad histórica, Bath, parada obligada para el viajero, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Bath y la campiña, el entorno natural que la envuelve, son considerados unos de los lugares más bonitos de Inglaterra.

Nos situamos en el condado de Somerset, en el valle del río Avon, alrededor de la fuente de las aguas termales que hizo que el lugar se poblara hace siglos, unas fuentes que siguen siendo los mayores atractivos de Bath.

Aunque existen indicios de que la zona estuviera habitada con anterioridad, Bath fue fundada como un complejo termal por los romanos bajo el nombre latino de Aquae Sulis (“las aguas de Sulis”), en el año 43 d. C. Y es que el primer santuario de aguas termales erigido en este lugar fue anterior, establecido por los celtas con el nombre de la diosa Sulis.

En el periodo post-romano, los anglosajones llamaron a esta ciudad Baðum, Baðan o Baðon, que significa “en los baños”, de donde procede el nombre actual de la ciudad ("Bath", "baño" en inglés).

Durante el siglo XVIII, la ciudad de Bath tuvo un gran auge ante la demanda de sus aguas termales, lo cual determinó la fisionomía de la ciudad, con sus barrios, edificios, puentes...

Aún podemos visitar las termas romanas, situadas en un edificio de interés histórico, uno de los más importantes a nivel turístico de Inglaterra, que ha sufrido diversas remodelaciones a lo largo de los siglos, las más importantes el siglo XII, cuando Juan de Tours construyó un edificio de aguas curativas en la misma fuente del manantial que provee de agua a las termas y las del siglo XVI, cuando se construyó unos nuevos baños (Queen´s Bath) al sur del manantial.

El manantial está actualmente localizado en el interior de un complejo construido en el siglo XVIII por los arquitectos John Wood (padre e hijo) y ha sufrido ampliaciones y anexos construidos en el XIX.

Se trata de un complejo muy bien conservado, que incluye las termas originales situadas por debajo del nivel del suelo y los edificios que se construyeron tras su "redescubrimiento": el «Manantial Sagrado», el Templo Romano (lugar de culto a los dioses en la Antigua Roma), el Baño Romano y la Casa Museo.

Un millón de visitantes acuden a los baños y museos cada año, aunque no se puede acceder a las aguas en las termas romanas por razones de seguridad. Otra opción para disfrutar de las aguas termales de la zona es el moderno Termae Bath Spa, donde disfrutar de un baño termal al tiempo que tenemos unas excelentes vistas desde la azotea.

Pero, incluso sin probar las aguas, no nos faltarán atractivos en la ciudad, como la hermosa Abadía de San Pedro, del siglo XV (en el templo anterior fue coronado el rey Edgar el Pacífico), el Royal Victoria Park (Parque Histórico Nacional) o una de las obras más destacadas de la arquitectura georgiana, el Royal Crescent, sus variados museos, el río Avon y sus peculiares puentes, como el de Pulteney...

Os dejamos con un paseo en vídeo por la hermosa ciudad de Bath, Patrimonio de la Humanidad, que demuestra por qué este lugar ha sido considerado como uno de los más bellos del mundo...

Fotos | Philip N Young, Stewart Black y Fernando Mafra en Flickr-CC
Vídeo | Youtube
En Diario del viajero | Los mejores lugares en el Reino Unido para volar en globo, ¿Qué significa “tomar las aguas”? Turismo termal y balnearios del mundo (y el pueblo spa)

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