Uno de los miradores más solicitados y curiosos de la isla de Mallorca es el de Na Foradada, en la Sierra de Tramuntana, con un paisaje espectacular.
Ya os hablamos de este rincón mallorquín al pasear por uno de los pueblos más bonitos de España, Deià. “Sa Foradada” o “Na Foradada” a nivel del mar está situada entre la bonita Cala Deià y el Caló de s’Estaca.
Su imagen es captada por miles de cámaras cada día y ha sido inspiración para múltiples artistas, como Joan Miralles, Erwin Hubert o Antoni Ribas. Es uno de los accidentes geográficos más conocidos y curiosos de la isla, con el peculiar agujero en la roca ("forat", "foradada", agujereada) que le da nombre.
En el año 1582 se produjo una famosa batalla en la que 150 corsarios norteafricanos fueron vencidos por sólo cincuenta cristianos a las órdenes de Mateu Sanglada. ¿Será el agujero fruto de algún cañonazo de otra época?
El grabado que vemos arriba corresponde a la ilustración de Gaston Vuillier (1847-1915) a una de sus obras. En su libro "Viaje a las islas Baleares", cuenta cómo en el otoño de 1888 viajó a Mallorca desde Barcelona, y después hizo otras travesías a las Pitiusas.
Como no podía ser de otro modo, y gracias a las primeras luces de amanecer, el viajero se sorprendió por la silueta de Sa Foradada y la inmortalizó en ese grabado que nos permite ver esta lengua de roca desde otra perspectiva, a nivel del mar y rodeado por unas aguas embravecidas.
Un poco antes del amanecer, tras una ligera marejadilla en el golfo, abrí los ojos y vi en la oscuridad, por el ojo de buey de mi camarote, la dentada costa de la gran isla de Mallorca. Balearis Major, como la llamaban los romanos. Era de noche todavía; la alta silueta de la isla se recortaba vagamente en el pálido cielo; brillaban las estrellas con suave resplandor, y el barco, en el silencio de la noche, seguía lentamente su rumbo. En cubierta, adonde he subido enseguida, el marinero de guardia me dice que dentro de sólo tres horas llegaremos a Palma.
Esta otra imagen corresponde a una pintura de Erwin Hubert (Viena,1883-Palma,1963), pintor que llegó a Mallorca en calidad de secretario personal del Archiduque Luis Salvador, propietario de la finca de Son Marroig.
Se dedicó principalmente a la acuarela y contribuyó con su pintura a la difusión internacional de Mallorca. Observamos otra perspectiva de Sa Foradada, con el blanco cenador de Son Marroig también presente.
Pero lo mejor es asomarse a este espectacular balcón en persona. Si queremos disfrutar de Na Foradada desde lo alto, el mirador se encuentra en la Finca de Son Marroig, por la carretera de la Sierra entre Valldemossa y Deià.
Diría que cualquier momento del día es bonito para acercarse, pero sin duda la puesta de sol es la mejor, como cuando nos acercamos al Mirador de Sa Creueta o Colomer.
Existe un restaurante panorámico desde el que poder disfrutar de la comida al tiempo que del paisaje, y se puede hacer una excursión desde Son Marroig, pagando la entrada a la finca, hasta Sa Foradada caminando, aunque no lo recomiendo en las horas centrales del día ni en las fechas más calurosas.
Una de las mejores estampas que guardo en mi memoria es la del atardecer en Na Foradada, en Mallorca, un paisaje espectacular volcado al Mediterráneo de entre las múltiples bellezas que nos descubre este litoral escarpado.
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