Cuando llega la noche cuesta reconocer el perfil de las constelaciones en el cielo urbano. Sin embargo, a poco que nos alejamos de la gran ciduad, podemos reencontrarnos con el placer de tendernos sobre la hierba y disfrutar del mayor espectáculo: la observación de un cielo nocturno virgen. La comarca de Gredos Norte en la Sierra de Gredos y a apenas hora y media de Madrid, aspira a ser reconocida como Reserva Starlight por la calidad de su cielo nocturno.
¿Qué es una Reserva Starlight?
Una Reserva Starlight es un espacio definido geográficamente y reconocido por la fundación del mismo nombre, dentro de un programa avalado por la Organización Mundial de Turismo y por la UNESCO. Las organizaciones que solicitan este reconocimiento para su comarca, se comprometen a defender la calidad del cielo nocturno evitando la contaminación lumínica y a proteger los valores culturales y científicos asociados. El objetivo es conseguir un área protegida donde cualquiera de nosotros podamos reencontrarnos con esa sensación que mencionábamos al principio: la de ser espectacores del magnífico espectáculo del cielo virgen.
El Parque Regional Sierra de Gredos es uno de esos lugares y busca esa certificación como Reserva Starlight para aunar en una misma visita turística, todas las posibilidades que ofrece la zona de Gredos Norte, con la observación astronómica. Una razón más para acercarse a este rincón de la Sierrra de Gredos, en Ávila, que ofrece tanto al visitante.
El programa de turismo rural y astronomía, incluiría un recorrido por pueblos de sierra tan pintorescos como Navarredonda u Hoyos del Espino, con una oferta de alojamiento rural que abarca desde hostales a hoteles rurales de diseño o el magnífico Parador Nacional de Gredos; una gran oferta de turismo activo para todas las edades (parques de aventuras, senderismo entre miles de pinos, observación de aves o cabalgatas a la vera del río Tormes) o un paseo gastronómico por lo mejor de los productos de la tierra de Ávila.
Este fin de semana, tuve la oportunidad de conocerlo en primera persona, justo cuando una superluna se asomaba entre los pinos. A pesar de algunas nubes, pudimos apreciar la profundidad de la noche, la cercanía de las estrellas, el silencio rumoroso de la naturaleza. Una experiencia que encuentra en la calidez de la gente el complemento ideal para desear volver.
Foto | Asenorg
Más información | Proyecto “Cielo Oscuro” de Asenorg, Observación astronómica en Hoyos del Espino
En Diario del Viajero | Los mejores lugares para ver las estrellas