El tren de alta velocidad de Madrid a Barcelona cumple un año de funcionamiento hoy 20 de febrero. Durante este tiempo, el AVE no ha hecho más que ganar terreno al Puente Aéreo.
La mayor duración del viaje en tren (tres horas frente a una del avión) se compensa con la comodidad de viajar del centro de Madrid al centro de Barcelona evitando traslados al aeropuerto, necesidad de presentarse con antelación para facturar, etc. Otra ventaja del tren es que permite conectar con otras ciudades españolas como Zaragoza, Lleida y Tarragona.
Ante el éxito del AVE, las compañías aéreas han reducido sus frecuencias, pero también sus tarifas. En general, las tarifas del puente aéreo son menores que las del AVE si se compra con antelación, a no ser que tengamos la suerte de encontrar asientos disponibles con la 'tarifa web' de Renfe.
Las cifras hablan por sí solas. El año pasado, 2,3 millones de viajeros utilizaron el tren para desplazarse entre las dos capitales españolas, triplicando la cifra de 2007, mientras que la conexión aérea experimentó un descenso del 25%.
Sin embargo, en número total de viajes fletados el avión sigue ganando: 39.076 frente a 19.354 a lo largo de 2008. La que hasta hace poco era la conexión aérea más transitada de Europa aguanta el tirón a pesar de la dura competencia.
Con la extensión de la red de alta velocidad, la tendencia en viajes nacionales pasa por usar cada vez más el tren y menos el avión, como ya pasó con el enlace entre Madrid y Sevilla. Lo mismo sucede en países con un tamaño similar al de España y densas redes de alta velocidad, como son Francia (TGV) y Alemania (ICE).
Imagen | Wikimedia Commons Más información | 20 minutos En Diario del Viajero | AVE versus Puente Aéreo
