Ya os he hablado con anterioridad de otros monumentos religiosos de interés en la provincia de Soria, como la Catedral de Burgo de Osma (y sus tesoros) o la maravilla románica de San Juan de Duero que tanto me impresionó. Hoy quiero enseñaros la Colegiata de Santa María del Mercado, en Berlanga de Duero, también en la provincia de Soria.
Muy cerca de las expoliadas paredes de la Ermita San Baudelio, en la misma localidad de Berlanga de Duero encontramos la Colegiata de Santa María del Mercado, que está situada en la Plaza de San Andrés, en el centro del municipio soriano.
Fue inaugurada el 22 de junio de 1530, pero curiosamente, a principios del siglo XVII aún continuaban costeándose las obras. En realidad, nunca se terminó por lo que quedó inconclusa, a falta de construir el claustro y una de las torres previstas en el proyecto.
Historia de esta edificación
La actual Colegiata se construyó tras desestimarse la opción de reparar la antigua iglesia de Nuestra Señora del Mercado, por lo que fue construida de nueva planta, durando el proceso hasta su erección aproximadamente cuatro años. La obra se encargó al arquitecto Juan de Rasines.
La iglesia se construyó -además de por los motivos religiosos- para fomentar el prestigio de los promotores de la obra, los señores de Berlanga: Íñigo Fernández de Velasco y María de Tovar cuyos escudos de armas encontramos sobre la puerta de entrada.
El 3 de junio de 1931, durante la Segunda República, la Colegiata fue declarada monumento histórico-artístico perteneciente al tesoro nacional, teniendo en la actualidad la calificación de Bien de interés cultural.
El interior de la colegiata de Santa María del Mercado
La iglesia está formada por una planta compuesta de tres naves, un ábside, un crucero y ocho capillas laterales. La luz entra en el templo por encima de las capillas laterales, a través de las clásicas ventanas góticas y de arcos de medio punto. En el conjunto exterior destaca una torre muy sobria de gran altura.
En el interior se encuentra el altar mayor donde se sitúa el retablo de principios del siglo XVIII en estilo churrigueresco. Ocupa todo el ábside y está realizado en madera. En la zona central separado por columnas salomónicas podemos ver una pintura de Antonio Palomino, dedicada a la Asunción de la Virgen María.
En cuanto a sus accesos, la Colegiata tiene tres puertas: una frente al altar mayor en la nave central y dos en los lados del crucero, siendo la que sirve de entrada junto a la epístola llamada la Puerta del Sol. Las naves de la iglesia están cubiertas por bóvedas estrelladas.
Las bellas columnas en el interior de la colegiata
En el interior de la colegiata, vale la pena detenerse a admirar las ocho magníficas columnas que sirven para hacer la división de las tres naves y señalar la forma de la cruz y la separación de las capillas. Sobre ellas, los nervios y arcadas con sus dibujos en arcos apuntados formando una especie de flores o estrellas abovedadas.
En el centro de la nave principal encontramos el coro, con 63 sitiales o asientos, que está rodeado de una balaustrada decorada con atlantes y cariátides. La silla del abad está decorada con un relieve en el que se puede ver a San Pedro y a Santiago a caballo.
La reja de acceso es de madera de nogal. La decoración del trascoro se enriquece con tres retablos del siglo XVI, dedicados a Santo Domingo de Guzmán, a la figura de un Ecce Homo y a Cristo cargando con la Cruz.
El caimán o el cocodrilo de la Colegiata de Santa María del Mercado
Justo al lado del altar mayor, destaca la capilla dedicada a Fray Tomás de Berlanga. En ella está enterrado el Fray, probablemente el ciudadano más célebre de la villa de Berlanga de Duero, que llegó a ser obispo de Panamá.
De allí se trajo algunos objetos, destacando el caimán disecado que podemos ver justo en la entrada de la Colegiata y que llama la atención al estar colgado dentro de un edificio religioso, como si de la imagen un santo se tratara.
Otros atractivos de Berlanga de Duero
Si tenéis ocasión de visitar Berlanga de Duero, podéis dar un paseo por sus calles aportaladas como la calle Real, acercaros a comer a Casa Vallecas, un estupendo restaurante recomendado por la Guía Michelín y con un sol Repsol y visitar la Colegiata de Santa María del Mercado y ademirar sus tesoros.
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