15 experiencias para descubrir el valle de Ricote y Cieza, Murcia
El esplendoroso Valle de Ricote, también conocido como el Valle Morisco por ser el último reducto de los musulmanes en España tras la Reconquista, es un territorio fértil con un pasado floreciente, características que lo hacen atractivo a la hora de disfrutar de la naturaleza y de la cultura, de su gastronomía e incluso del turismo de salud.
En la provincia de Murcia, ocupa una superficie de unos 144 kilómetros cuadrados aproximadamente, con el eje central del río Segura y su distancia hasta la ciudad de Murcia es de unos 30 kilómetros. Si no conocéis la zona, os invitamos a nuestra selección de 15 experiencias para descubrir el Valle de Ricote.
Esta zona es una de las más pobladas durante la Edad Media, especialmente durante la dominación musulmana, cuando florecieron mudéjares y moriscos, de hecho su etimología se explicaría probablemente por el nombre del emir de Ricut (alrededor del siglo XIII).
La explicación a este amplio asentamiento la tenemos en el río Segura, que convierte esta zona de la Vega Alta del río en un vergel, un paisaje fértil de frutales, huertos y palmeras, rodeado por escarpados riscos que hace siglos sirvieron de fortaleza defensiva y hoy nos invitan a recorrerlos para obtener las mejores vistas.
De este a oeste, el valle está recorrido por los municipios de Archena, Villanueva, Ulea, Ojós, Ricote, Blanca y Abarán, aunque siempre se considera Cieza como parte "extraoficial" del Valle por el hecho de que constituye su entrada occidental.
Archena, un balneario y mucho más
Empezamos en Archena, la localidad más cercana a Murcia capital, apenas a 27 kilómetros. El manantial de agua termal que aflora a escasos dos kilómetros del núcleo urbano marcan la fama de esta localidad.
Balneario de Archena. Esta población es principalmente conocida por su balneario entre jardines a orillas del río Segura. El balneario de Archena cuenta con aguas termales ya utilizadas en época romana y en la actualidad es un complejo con tres hoteles, entre los que destaca el de mayor categoría, el Hotel Termas, que conserva parte de la decoración del siglo pasado en estilo neo-nazarí. En el recinto encontramos todos los tratamientos de salud, cosmética, spa, piscinas... para sus huéspedes y visitantes.
El Museo de Archena es un moderno edificio acristalado, donde contemplar los restos arqueológicos e históricos de Archena junto a otras riquezas históricas de la zona y descubrir a través de toso ello la verdadera historia de la Villa Termal de Archena.
Museo del esparto. Ubicado en el bonito Palacete de Villarías, se encuentra el curioso Museo del Esparto, en el cual aprendemos sobre la utilización de este material, tan importante en la zona. Réplicas de monumentos, disfraces u objetos que bien hubieran podido figurar entre las creaciones dadaístas, lo mejor es que este espacio conserva un modo artesanal de trabajar el esparto, probablemente usado desde la prehistoria.
Además, no me despediría de Archena sin recorrer el paseo del poeta Vicente Medina a lo largo de la margen izquierda del río Segura, entre norias, miradores y versos.
Ulea
- En Ulea podemos pasear hasta el Gurugú, un paraje donde se ubica una pequeña casa de aperos agrícolas con una torre de estilo árabe recientemente restaurada. Su propietario, un militar uleano que participó en la batalla de Marruecos, al regresar a Ulea hizo levantar esta construcción en 1870 (S.XIX) a semejanza del existente en el norte de África. Aquí, entre palmeras, pinos y adelfas, tenemos un magnífico mirador sobre el río y Ulea. Otras paradas en Ulea son la Iglesia de San Bartolomé (s. XVI), situada en la parte más alta del municipio, la Pila de la Reina Mora y la Plaza del Henchidor.
Qué ver en Ojós
- El entorno de Ojós nos da buena pista de dónde proviene su nombre: del árabe "huxus", los huertos. El pasado morisco se aprecia en Ojós en el trazado de sus calles y en el gusto por la tradición repostera. Ojós es un pequeño pueblo de 600 habitantes en el centro del valle. Aquí los más golosos degustarán los bizcochos borrachos de Ojós, un dulce de receta secreta que se puede tomar en el peculiar local de Marilí, que junto a su hija harán de anfitrionas y contarán la historia de los bizcochos, realizados artesanalmente en horno de leña (nos relatarán todo, excepto su codiciada receta, claro está). Continuamos el paseo por el lavadero, por sus calles coloridas, con casas solariegas, nos acercamos al río y a su pequeño y fotogénico puente colgante. Y es que volvemos al río Segura como protagonista, y junto a él podemos seguir paseando en esta zona, hay distintas rutas posibles desde Ojós.
Blanca: las mejores vistas del valle de Ricote sobre el río
Continuamos hacia el interior del valle y nos detenemos en Blanca. No podemos hablar de esta población sin conocer una curiosidad sobre su nombre. Antiguamente era llamada Negra por los árabes, pero con la dominación cristiana quisieron hacer un "lavado" total (nunca mejor dicho) y cambiarle el nombre por su antónimo. No obstante, el nombre original es el que tiene más sentido, ya que la localidad se asienta sobre una peña de tonalidad oscura.
En Blanca nos deleitamos con las mejores panorámicas del valle sobre el río Segura: en el mirador del Alto de Bayna (foto de portada). Estamos sobre una pasarela flotante de metal construida sobre la roca del paraje de Bayna. Aquí nos cautivan las vistas panorámicas del río Segura flanqueado de cañizo y el Embalse o Azud de Ojós.
La Vía del Arte es un proyecto turístico que consiste en una ruta por el casco urbano que nos guía por los recorridos de la villa, entre la escultura, la fotografía, la pintura. En la Vía del Arte además podemos incluir la visita al Centro de Interpretación del Agua y la Luz o al complejo cultural del MUCAB.
La Ruta de las Norias de Abarán
- En Abarán hacemos un relajante paseo por la Ruta de las Norias en un entorno idílico, dominado por el agua y entre huertos y campos de frutales. Son cuatro los ingenios hidráulicos que nos encontramos, entre elos la noria Grande, que data de 1805 y es la más grande de España en uso. De nuevo nos llega ese sabor morisco del valle, ya que fueron los antiguos pobladores quienes introdujeron su uso en la zona. Además en Abarán podemos subir al Mirador de los Santos Médicos o al del Cabezo de la Cruz o al del Santuario de la Virgen del Oro y disfrutar de las vistas del Valle.
Turismo en Cieza
Vamos la localidad de Cieza, que, aunque no forme oficialmente parte del Valle de Ricote, al estar situado en uno de sus extremos forma parte natural de nuestra ruta y parada obligatoria. Cieza está a 43 kilómetros de la ciudad de Murcia. Ya os hablamos del espectáculo natural de la floración de Cieza y este sin duda ya es un atractivo lo suficientemente potente como para acercarnos a Cieza. Pero, dado su carácter efímero, nos vamos a quedar con otras experiencias disponibles todo el año.
Como hemos dicho, el Valle de Ricote fue el último reducto morisco de la Península Ibérica, cuando se ejecutó la orden de su expulsión en 1609. Durante 800 años se convirtió en un núcleo muy importante dentro de Al-Ándalus, con una riqueza cultural que maravilló a figuras como Alfonso X el Sabio. De ahí que la cultura árabe y su fusión con el cristianismo dejara una huella que llega hasta hoy y esto se aprecia claramente en Cieza.
La Medina Siyâsa. Para entender el pasado de Cieza nada mejor que conocer Siyâsa, que es su núcleo originario. La Medina Siyâsa está a las afueras de Cieza, en el Cerro del Castillo y son los restos de un poblado musulmán del siglo XI. Es el yacimiento arqueológico más importante en decoración islámica de Europa, aunque viendo sus restos no nos hacemos una idea de su esplendor: llegó a albergar 4000 habitantes y 787 viviendas.
Por eso, la visita se complementa con el Museo de Siyâsa, en pleno casco histórico de Cieza, ubicado en el antiguo casino de la ciudad. Allí se ha reconstuido algunas casas de la medina, incluido un estupendo mirador en el que a lo lejos se ve el original. También encontramos una amplia colección de los abundantes hallazgos arqueológicos en el sitio, así como en el resto del municipio, desde el Paleolítico.
En Cieza podemos además degustar un delicioso granizado de avellana, elaborado en las heladerías más tradicionales de la ciudad, una bebida dulce y refrescante, con un intenso sabor a avellana y un toque de caramelo y de café. Otros manjares típicos en nuestra parada son el zarangollo ciezano (de calabaza), las picardías (caramelos), rollos de naranja, la intensa pipirrana (aperitivo a base de bacalao, cebolla...)...
Ya que hemos abierto boca, no podemos irnos de Cieza sin visitar el mercado de abastos. El Mercado de Cieza, de estilo modernista, fue construido por el arquitecto Julio Carrilero entre 1927 y 1929. Está ubicado en la plaza de España y en él podemos encontrar productos típicos como los embutidos (perejila, morcón, salchichón cocido, sobrasada...), las hortalizas, dulces... y hasta comprar huevos al peso.
- Terminamos conociendo el pasado remoto de este valle adentrándonos en una cueva que nos habla de él. La Cueva-Sima de La Serreta se halla a pocos kilómetros de Cieza, en el margen izquierdo del río Segura, en el borde del cañón cárstico de "Los Almadenes". Allí se abre una sima de entrada estrecha que nos traslada a la época de sus primeros pobladores, con decenas de pinturas rupestres, figuras esquemáticas entre las que destaca la más emblemática, una figura humana con una especie de montera y "rayos" que indicarían su estatus de divinidad para aquellos que la plasmaran hace miles de años. También, testigo del paso de los siglos y de cómo la cueva no dejó de ser habitada, en su interior tenemos los restos de la única casa romana en una cueva de España. Todo ello lo podremos ver gracias a la luz natural. Y es que este gran escondite no es una cueva cerrada, sino que tiene un gran "balcón", ya que está abierta en plena pared del cañón de los Almádenes, inaccesible y prácticamente invisible desde este punto. Ahora, un mirador nos permite asomarnos con seguridad a estas impresionantes vistas.
Descenso por el río Segura
- El río Segura no solo da para hacer buenas fotografías o mover las norias de riego para las huertas. Para aquellos que buscan más acción, es posible hacer el descenso por el río Segura en varios puntos del mismo: desde Abarán, desde Blanca o desde Cieza... Existen distintos grados de dificultad y las modalidades de rafting, piragüismo... por lo que se convierte en una actividad ideal con el buen tiempo, para realizar con amigos o en familia.
No se acaban aquí las posibilidades de nuestra escapada al Valle de Ricote: paseos a caballo, rutas medioambientales, pesca deportiva, playas fluviales, avistamiento de aves... Y es que parece que en el valle nos sumergimos en un oasis de historia, cultura, naturaleza, gastronomía y tradiciones con múltiples posibilidades. Una zona hasta hace poco desconocida para mí, pero por suerte muy cercana, de modo que estoy segura de que pronto seguiré explorándola.
Fotos | Eva Paris, RachelH_ en Flickr-CC
Más información | Murcia Turística
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