Por suerte, ya los he vivido casi todos. La provincia de Granada da para estos planes y mucho más. Ciudad, playa, nieve, paisaje, tradición, modernidad, monumentos, gastronomía... se dan cita en este enclave codiciado por miles de viajeros cada año. Un territorio de renombre internacional que va mucho más allá de la Alhambra.
Me falta probar el caviar de Riofrío (aunque esto no creo que lo haga), y conocer los pueblos del Poniente Granadino. Aunque he visitado alguna casa cueva, tampoco he dormido en ella. Así que me quedan razones para volver a la provincia. Estas son las 11 experiencias que no puedes perderte en Granada. ¿Cuáles te faltan por cumplir?
Visitar la Alhambra y el Generalife. Patrimonio de la Humanidad, este conjunto monumental es el más emblemático, conocido y visitado de Granada y año tras año se convierte en líder del turismo cultural en España. Reserva tu entrada con antelación para no quedarte a las puertas y prepárate para transportarte a otra época y disfrutar de un monumento único en el mundo
Visitar el Parque de las Ciencias. 70.000 m², situado a escasos minutos a pie del centro histórico de Granada, se ha convertido en el museo más visitado de Andalucía. El movimiento de la tierra, el ADN, o el principio de Arquímedes son algunos puntos que dejarán de tener secretos para el visitante en el Parque. Podremos introducirnos en un caleidoscopio gigante, sentir la fuerza del viento, experimentar con electricidad, jugar con sonidos... todo con el fin de acceder a las ciencias de forma práctica y didáctica. La Sala Explora para los más pequeños, el Planetario o el Mariposario completan la visita.
Visitar los Barrios del Albaicín (Patrimonio de la Humanidad) y el Sacromonte gitano, una de las cunas del flamenco. Son los dos barrios con más encanto, color e historia de Granada. Las vistas desde el mirador de San Nicolás al atardecer sobe la Alhambra están muy solicitadas, pero Albaicín esconde otros rincones más solitarios desde los que observar la misma bella panorámica. Por supuesto, al revés, desde la Alhambra, obtenemos una panorámica inigualable del Albaicín. Pero merece la pena acercarse y perderse por sus calles... Y, por qué no, tomar un té en una de sus típicas teterías andalusíes. Otros miradores de Granada, como los de Los Carvajales (en la parte baja del Albaicín) y Santa Isabel la Real (junto al Monasterio de Santa Isabel la Real, cerca de San Nicolás) o el de San Cristóbal (en la parte alta del Albaicín) dejan unas estampas inolvidables.
Conocer la Catedral de Granada, en el centro de la ciudad. La Santa Iglesia Catedral Metropolitana de la Encarnación de Granada es una obra cumbre del renacimiento español, construida sobre la mezquita más importante de la ciudad. Isabel la Católica ordenó la construcción de la Catedral de Granada en 1505, poco después de la Toma de la ciudad. En la Capilla Real se encuentran los restos de los Reyes Católicos. Sus impresionantes fachadas, el grandioso retablo, la Capilla Mayor, y muchas obras de arte constituyen una verdadera joya. La Catedral de Granada forma parte junto a la Capilla Real, la Lonja y la Iglesia del Sagrario de un conjunto monumental situado en el mismo sitio.
Esquiar en Sierra Nevada, la estación más meridional de Europacon un clima excelente para practicar el deporte. En temporada alta podemos encontrarnos con mucha afluencia de público, y hay que armarse de paciencia. Además, podemos coger un ticket para visitante para las telecabinas y obtener unas panorámicas estupendas si no queremos esquiar. Pero aun sin nieve, en cualquier época del año, acercarse a esta cima, coronada por los picos Mulhacén (el más alto de la península ibérica, con 3482 m.) y Veleta, merece una visita. El Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1986.
Bañarte en las múltiples playas y pequeñas calas de la Costa Tropical, situada en el extremo meridional de la provincia. Los 320 días de sol al año, la temperatura media de 20 grados y los 8 kilómetros de litoral dan muchas oportunidades. Almuñécar, Motril, Salobreña y otros pueblos esperan al viajero, no sólo con sus playas. También gastronomía marinera, deportes como el golf o una tradición cultural milenaria se unen para que no nos podamos perder esta costa. Destacan los restos históricos de la industria romana de salazón, el acueducto romano sobre el valle del Jete y numerosas atalayas y torres de vigilancia que bordean la costa, así como pequeñas fortalezas. Mucho más que playa...
Probar el caviar beluga de Riofrío, una pequeña pedanía de Loja que se ha convertido en los últimos años en uno de los referentes de la gastronomía granadina. La gran piscifactoría de Loja cría el esturión y la trucha. Frescos, congelados o ahumados en caliente, así como cremas y patés de los mismos pueden degustarse en los numerosos restaurantes de Riofrío. Otras poblaciones de legado árabe tienen interés en esta zona del Poniente Granadino, en el extremo occidental de la provincia: Alhama de Granada, Montefrío, Íllora y Moclín...
Dormir en una casa cueva para sumergirse en la cultura y en la forma de vida de muchas familias granadinas. Estos alojamientos son típicosde las comarcas de Guadix y El Marquesado, en Baza-Huéscar, y en el granadino barrio del Sacromonte. Actualmente, bajo la marca Andalusian Cave Hotels, existen más de medio centenar de establecimientos reglados catalogables como alojamientos turísticos en cuevas. En Nigüelas, un pueblecito de las Alpujarras, también existen unas viviendas trogloditas incrustradas en la montaña. Otra forma distinta de alojarse en Granada.
Conocer la arquitectura de La Alpujarra, haciendo un viaje hasta sus orígenes en las tribus bereberes que poblaron estas tierras. Entre Sierra Nevada y el mar Mediterráneo, es una comarca casi virgen, con pequeños pueblos blancos coronados por sus típicas chimeneas. Ideal para el turismo rural, la práctica de senderismo o el turismo de salud en el famoso balneario de Lanjarón. El jamón de Trevélez, su museo o las vistas desde Bubión, Capileira, Bubión o Pampaneira, el pueblo que nos invita a quedarnosnos las podemos perder.
Ir de compras por Granada. Nos introducimos en el corazón de la capital para recorrer sus calles comerciales o los mercadillos. La alfarería, la ebanisería, el arte nazarí salpican el antiguo zoco de la Alcaicería, en el que se pueden encontrar las tiendas con los recuerdos más típicos de Granada, muchos de estilo árabe. En algunos comercios de la ciudad parece que el tiempo se haya detenido, ya que se conservan los antiguos oficios del barro y la cerámica, de la madera y el cuero, la construcción de guitarras, el textil o la forja y la calderería. Vale la pena pasear por aquí, incluso aunque no se vaya a comprar nada. Los juegos de té moriscos son preciosos, no puede evitar traerme uno de mi última estancia en Granada.
Disfrutar de las tapas y la cocina granadina. Caracoles guisados, patatas a lo pobre, pescados rebozados, migas, embutidos, quesos, pinchos de carne... Hasta paellas en miniatura puedes encontrar de tapa. Es recomendable buscar los establecimientos más típicos y con tradición en la ciudad, como la zona que se encuentra entre la Plaza del Ayuntamiento y la Catedral. Granada es una de las ciudades españolas donde las tapas son gratisgenerosas! En los pueblos, el tapeo también suele ser espectacular en cualquier bar.
Después de conocer estos planes imprescindibles en Granada, ¿no os entran ganas de volver a la ciudad y provincia?
Fotos | L S Monaghan, Jordi Böhme López, Maximo Lopez, Fernando Rivas en Flickr-CC
Más información | Turgranada
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