De este modo, nuestros lectores se animaron a imaginarse en pleno desierto e intentando salvar sus vidas con esos elementos rescatados del avión en llamas.
Pues las respuestas fueron de lo más variadas y, algunas, muy graciosas. Pero, si bien es bastante subjetivo el orden de prioridad de los objetos, existe una respuesta más adecuada. Sí, una respuesta en la que se explica el por qué de la elección y cuáles son las características de esos elementos que los convierten en más o en menos importantes o la función que pueden cumplir en una situación desesperante.
Veamos entonces…
Espejo: es este un elemento de vital importancia a la hora de tener esperanzas de ser rescatado. Esto es así ya que el reflejo del espejo puede apreciarse desde más allá del horizonte.
Abrigo: es este un objeto que cumple una doble función ya que evita la deshidratación y protege del frío. ¿Cómo es esto de la deshidratación? Pues bien, el abrigo evita el contacto directo con el aire caliente y reduce las posibilidades de transpirar, esto es, perder líquido. Además, para ello, también será importante evitar moverse mucho, al menos durante el día.
Agua: los especialistas explican que, con los dos objetos anteriores, se podría sobrevivir tres días, y que, un litro de agua, no extendería el tiempo de vida. Pero claro que serviría para mantenerse despierto durante los primeros días en los que se toman las decisiones más importantes. La clave es tomar agua sólo cuando se tenga sed porque, de todos modos, la deshidratación será inevitable.
Linterna: este elemento tiene una triple función. Sirve para señalizar durante las noches o de día con el cristal (aunque ya se cuenta con el espejo), para hacer fuego y, además, el cilindro donde se colocan las baterías para, junto con otros elementos, como recipiente para recoger agua.
Paracaídas rojo y blanco: sirve de refugio si se lo transforma en una tienda y señal que puede visualizarse desde el aire.
Cuchillo: ideal para cortar las cuerdas del paracaídas y para abrir los cactus, cuya pulpa contiene líquido hidratante.
Impermeable: un buen objeto que permitirá obtener agua extra. ¿Cómo? Realizando un hoyo en el suelo y colocándolo encima de él. Luego bastará con esperar a que el plástico comience a “sudar”. Por ello la linterna puede servir para contener el agua generada.
Pistola: una buena opción para realizar señales sonoras si se tiene en cuenta que tras dos días en el desierto el habla comienza a perderse. Cabe destacar que tres disparos seguidos es una señal internacional de auxilio.
Gafas de sol: el segundo día pueden comenzar a aparecer problemas en los ojos (fotoftalmia y retinitis) y las gafas podrían llegar a reducirlos. En tanto, un consejo es el de untarse alrededor de los ojos el hollín rescatado de los restos del avión quemado.
Baumanómetro: algunas partes de este instrumento pueden llegar servir para cubrir algunas partes del cuerpo y reprimir la luz.
Compás Magnético: algunas partes pueden utilizarse como reflectores de luz, pero tiene poco uso.
Mapa aéreo: para prender fuego, como papel higiénico, o cubrirse alguna parte del cuerpo.
Libro Animales venenosos en el desierto: mismo fin que el anterior.
Vodka: no debe beberse. Esto es así dado que el alcohol absorbe el agua del cuerpo humano.
Tabletas de sal: no sirve y la respuesta es científica. Es que con la pérdida de agua en el cuerpo la salinidad en la sangre se incrementa. Es por ello que sal extra no tiene ningún sentido.
Agradecemos a nuestros lectores de Diario del Viajero por haber participado de este juego y, esperamos, nunca tengan que aplicar estos conocimientos. Aunque, claro, nunca está de más saber algunos detalles que puedan llegar a salvarnos la vida.
Foto | Flickr de Espirit de sel En Diario del Viajero | ¿Cómo te comportarías en una situación límite? ¡Juega con nosotros!