Los aeropuertos están convirtiéndose en algo más que meros lugares a los que vas para conseguir volar de un lado al otro, son joyas en las que se equilibra funcionalidad con diseño y que buscan no sólo ser lugar de tránsito sino un lugar en el que pasar tiempo de calidad. A la cabeza siempre el Changi Airport de Singapur, porque su diseño parece no tener límites: Jewel tendrá una cascada y una selva.
El Changi Airport de Singapur nos llena de noticias siempre ya sea por actuaciones temporales en épocas de más ocupación o construcciones permanentes que dejan con la boca abierta a propios y extraños. Estar siempre entre los mejores aeropuertos del mundo no es tarea fácil y lo consiguen año tras año.
Conocido como Jewel (Joya en castellano, nombre que le viene como anillo al dedo) esta nueva maravilla de la arquitectura no es técnicamente una terminal de aeropuerto, sino que es un "centro" conectado de manera directa con la Terminal 1 y mediante puentes con las Terminales 2 y 3. El espectacular diseño, salido del estudio de arquitectura de Moshe Safdie, es un ambicioso proyecto con acceso para todos los públicos, que con toda seguridad cambiará la manera que tenemos de entender los aeropuertos y el ecosistema que los rodea.
La idea inicial era ampliar la capacidad de la Terminal 1 del Aeropuerto de Changi, así como de su parking al aire libre, pero esto llevó a una visión estratégica que terminó concibiendo Jewel como un destino en sí mismo que aumentara el posicionamiento del aeropuerto incluyéndolo como lugar de visita obligatoria. Desde mediados de abril se podrá disfrutar en todo su esplendor.
El centro de Jewel es el vórtice de lluvia de 40 metros de altura que será la cascada interior con más altura del mundo una vez que se inaugure. Si durante el día promete ser espectacular por el efecto de los rayos del sol en el agua, por la noche, cuando todo sea oscuridad en el exterior, la caída de agua se convertirá en una suerte de pantalla en la que se proyectarán luces unido a sonido de ambiente. Estará además rodeada de puntos en los que sentarse a descansar y relajarse mirándola y escuchándola.
Otra de las locuras del interior de Jewel es el espectacular área recreacional que es esa planta superior de 14000 m2, una suerte de parque de atracciones natural en el que lo mismo puedes pasear, cenar o perderte en un laberinto de espejos rodeado de vegetación. En su interior hay locuras como un camino sobre una red rígida en el que te da la sensación de caminar sobre las alturas,
Tampoco tiene desperdicio el laberinto vegetal en el que perderse y encontrarse y que es el más grande de todo Singapur. Podrás ver toda su extensión desde las alturas de la torre. Estás dentro de un edificio de un aeropuerto en uno país lleno de rascacielos y la sensación que tienes es la de estar en plena naturaleza.
Pero una de las espectaculares diversiones del interior de Jewel es esa mezcla de parque de juegos infantil, plataforma de observación, obra de arte, compuesta por espirales, toboganes y descensos inclinados. Una escultura para utilizar y disfrutar. Tú como adulto podrás subir por la escalera y disfrutar de la vista mientras tus niños se dejan caer por los toboganes o rampas. Yo ya aviso que si subiera me costaría resistir me a probar esa caída.
Realmente, ese objetivo de que se convierta en algo más que una simple extensión de una terminal de aeropuerto y sí en una atracción en sí misma creo que lo tienen más que conseguido, porque desde luego lo que entran son ganas de hacer las escalas más grandes en Singapur para poder disfrutar de Jewel en toda su extensión. Relajarse dando paseos cuasi selváticos en lugar de estar sentado de manera totalmente incómoda en una silla de aeropuerto es más que apetecible. Además, esas gentes felices que no arrastran equipaje de mano nos dan esa sensación, no son sólo pasajeros en tránsito, sino visitants que van ex profeso a disfrutar de lo que ofrece.
Imágenes | Jewel Changi Airport