En Xian no solamente hay guerreros de terracota. La ciudad fue capital del territorio chino hasta el siglo IX de nuestra era. Competía con Roma en su tiempo y luego con Constantinopla por ser la más poderosa y opulenta.
Hoy en día, tras la convicción comunista del empezar de cero, se han reconstruido los monumentos más emblemáticos y los 14 km cuadrados de la muralla que rodea la ciudad. De todas maneras, la ciudad conserva en parte su estilo clásico con sus templos, pagodas, mezquitas etc.
La visita a los guerreros de terracota, sin duda, es de carácter obligado. En ella se hallan tres excavaciones enormes todavía por terminar con millares de guerreros esculpidos durante el siglo III A.C. La más grande de las plataformas mide 250 metros por largo por 70 por ancho y todavía hay tierra por excavar.
Sin duda, es una de esas locuras de rey/emperador/papa/faraón de la humanidad que uno no puede perderse.