Uno de los que más público convoca es el Café Knit New York, donde sus adeptos, además de tejer, beber y escuchar buena música, todos los viernes asisten a la “Boyz Nite”, una especie de encuentro en el que los tejedores pueden compartir un agradable momento, ubicados en los distintos sofás minimalistas que componen la sencilla decoración del lugar.
El segundo en afluencia de asistentes es el Knit Café de Los Ángeles. Allí su dueña , Suzan Mitcher, decidió ampliar la clientela permitiendo la participación de hombres mayores y niños (estos últimos con un horario de acceso reducido, claro está). Este café es uno de los más originales en su género, ya que a diferencia del Knit de New York, vende fascículos e instructivos con las técnicas básicas del tejido, para que los principiantes puedan aprender paso a paso. Además, cuenta en su interior con una pequeña proveeduría de lana, agujas, y todos los utensilios necesarios para quienes estén dispuestos a llevar a cabo este arte. Pero no sólo en la creación de bares se refleja esta nueva afición al tejido. Debido al número de seguidores que alcanzó esta nueva tendencia, la editorial Soho Publishing y el fabricante de lanas Lyon Brand Yarn decidieron lanzar de manera conjunta la revista Knit1, un magazine que alcanza una tirada mensual de miles de ejemplares, en el que publican figurines de prendas y las últimas novedades en el mundo del tramado.
Una tendencia interesante, que no deberías dejar de ver cuando estés de paso por la gran ciudad o de visita por Los Ángeles.
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