Hace algunas semanas Forbes publicó un curioso artículo titulado Viajar como un billonario 2006. En él Sophia Banay reflexionaba sobre la manera de viajar de personas como Bill Gates, Warren Buffett o Larry Ellison, y llegaba a la ¿sorprendente? conclusión de que para viajar como si el dinero te saliese por las orejas no hacía falta reservar la mejor suite del hotel más lujoso, ni tener un yate carísimo. No, todos estos señores riquísimos lo que hacen no es sino viajar mejor.
¿Y cómo se viaja mejor?
Muy sencillo, según el artículo citado se trata de tener un montón de gente que resuelve los problemas por ti, se ocupa de prepararlo y organizarlo todo para que no te estreses y cuentan con las herramientas adecuadas para ello. ¿Cuales son esas herramientas?
En primer lugar, lo más importante es contar con un avión privado, una necesidad cuando se es billonario o millonario.
Lo segundo es una tarjeta American Express Centurion Card, sólo emitidas por invitación. Como las cuentas de Gmail, pero tenerla cuesta 2.500 dólares al año. Eso sí, tiene un montón de ventajas, incluida una limusina con chofer y entradas vip para conciertos de rock y otros eventos. Para que te la den tienes que gastar por lo menos 250.000 dólares al año.
Con esto ya podemos acudir a la agencia de viajes Fischer Travel, que nos cobrará 50.000 dólares iniciales (de bienvenida, vamos) y 10.000 más cada año por gestionar nuestras vacaciones. Claro que serán unas vacaciones inolvidables, con lecciones de golf a cargo de Tiger Woods y la cena cocinada en persona por Ferrán Adriá, por ejemplo. No tienen sitio en internet, y su teléfono no sale en las guías, pero tu secretaria sabrá cual es.
Claro que siendo millonarios seguro que llevamos con nosotros documentos muy importantes o mucho dinero en efectivo, con lo cual podemos ser víctimas de un robo o quizá de un secuestro. Para evitarlo que mejor que contratar a unos auténticos especialistas en protección: Executive Group Holdings te protege por un par de miles de dólares. Lo hicieron con Michael (Jackson), lo pueden hacer contigo.
Y para finalizar algún gadget imprescindible para estar a la última y conectado en todo momento, como el BioCert Odyssey ClipBio Biometric Flash Drive. El nombrecito de marras se refiere a un dispositivo que, conectado a tu laptop, utiliza tu información biométrica para permitir o denegar el acceso. Sólo cuesta 300 dólares. Por otros 3.000 te puedes hacer con el CT 8000, un pocket PC que ¡encripta las conversaciones telefónicas!
Así que ya saben, no se trata de tener lo mejor de lo mejor sino de saber cómo utilizarlo, y a quien dejar al cargo...
Vía | Forbes