Sobre la guerrilla maoísta en Nepal

La presencia de la guerrilla maoísta por las montañas del Nepal inhibe a más de uno a caminar por las montañas más altas y espectaculares del mundo. En este artículo hablaré de los problemas que me encontré el septiembre pasado cuando recorrí el circuito del Annapurna y el trayecto hasta el primer campo base del Everest. La situación inestable del país puede variar según la temporada, así que en la actualidad alguna cosa puede haber cambiado al respecto.

Ante todo comentar que los maoístas no son más que un grupo más o menos organizado de campesinos en contra de la corrupta monarquía que rige el país. Dominan ciertos territorios que la geografía del Himalaya hace casi inaccesibles y algunos de los trekkings más populares rozan o atraviesan algunas de estas zonas.

Con sus escopetas, que alguno podría identificarlas como residuos de la guerra civil española, controlan zonas donde una agricultura incipiente encubre la pobreza de su población y cobran impuestos revolucionarios a sus habitantes. A su vez, en cuanto ven a un turista caminar por la zona, les invitan a un té con leche de yak y también les “invitan” a pagar el impuesto revolucionario. El impuesto revolucionario se trata de un pago de 5.000 rupias (unos 60 euros) con recibo incluido. Es decir, una vez se les ha pagado tal importe se os dará un recibo que podréis enseñar a cualquier otro miembro de la guerrilla que os pare para demostrar que habéis contribuido a la causa y ya no os molestarán más. Hace un año el impuesto era de 1.000 rupias pero a raíz de que el turismo en la zona está bajando levemente han subido el impuesto.

No son gente violenta, todo al contrario. Admiran a los turistas por pegarse caminatas para ellos incomprensibles por esas montañas donde no hay otro medio de transporte que las piernas, por el exotismo del fútbol europeo, por el pelo y la piel de color rosa, por las camisetas y el material de montaña de última moda que llevamos y porque tu presencia ahí les corrobora que viven en uno de los países más bonitos del mundo. No hay prácticamente constancia de casos violentos contra turistas y si los hubiera sería un grave problema para su causa. Así que no temáis por el físico pero sed respetuosos en todo momento.

El fortín maoísta de halla en el sur, concretamente en Chitwan. En las zonas de montaña se pueden encontrar en Gorepani (cerca de Pokhara y del santuario del Annapurna) y en Bhandar (al inicio del trekking clásico al campo base del Everest). Ahí fue donde me paró la guerrilla maoísta el septiembre pasado. Les dije, tomando un té e invitándoles a un cigarrillo, que sólo llevaba 2.000 rupias encima y pensaba sacar dinero más adelante. No funcionó. Les hablé de turistas ricos y turistas pobres, del pésimo estado en que se encuentra mi país y lo justo y necesario que es crear un movimiento popular en contra del poder corrupto del estado. Tampoco funcionó. Saqué el tema Ronaldinho, Ronaldo, etc., se rieron mucho pero de poco sirvió. Me dieron dos opciones: Una, volver de donde venía y coger el autobús de vuelta a Katmandú. La otra, arriesgarme a llegar al siguiente pueblo, Kinja, donde probablemente sería arrestado o me mandarían de vuelta. Escogí la segunda pensando que para pagar seguramente tendría más oportunidades si las cosas se ponían mal de verdad.

Llegué entonces a Kinja donde un par de jóvenes, con fusiles bajo el brazo y uno con la camiseta de Britney Spears, me preguntaron si llevaba el permiso. “No, I don't!” Les dije que ellos eran los primeros maoístas que veía y que no tenía ningún inconveniente en pagar el impuesto revolucionario siempre y cuando me dieran un recibo. Por lo visto los recibos solamente los tenían en el pueblo donde me habían detenido anteriormente y me dejaron continuar. Imagino que al andar solo es más fácil despistarlos y por pesado te dejan pasar. Incluso conocí a un inglés que había conseguido un descuento con el carné de estudiante!

Si teneis pensado realizar el Trekking al Campo Base del Everest os recomiendo volar directamente a Luckla o simplemente ir con las 5.000 rupias en el bosillo, pagar y disfrutar de unas merecidas vacaciones sin darle más vueltas!

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