Se aproxima el
Día de San Valentín, el día de los enamorados, el día en el que más de uno recordaremos el pinchazo que sentimos cuando la flecha de Cupido se nos clavo en el pecho. En fin, dispensad el exceso de glucosa, pero es lo que toca, ¿no? Para conmemorar que estamos enamorados, que queremos a nuestra pareja (y que ella nos quiere a nosotros),
nada como organizar una escapada a algún lugar particularmente romántico.
Si somos justos, y a pesar de lo funesto de su resultado, el lugar más romántico del mundo fue el Titanic. No porque Leo DiCaprio sujetara a su partener en la proa del barco mientras sonaba Celine Dion, sino porque la popularidad que hoy en día tiene San Valentín se debe a algo que pasó en el Titanic. Concretamente, se debe a la muerte de Isidor Straus, propietario de los grandes almacenes Macy´s de Nueva York, el equivalente yanqui de El Corte Inglés. Cuando su mujer fue instalada en el bote para evacuar a los niños y las mujeres, saltó del bote, se puso junto a su marido y decidió hundirse con él. Sin embargo, el Titanic ya no existe, así que vamos a explorar el mundo en busca de sitios equivalentes:
1. Refugiados en un iglú
Para muchos, una de las escenas más románticas e íntimas que puede experimentarse junto a la persona que amas
consiste en arrebujarse en un sofá, con una manta por encima (y quizá un chocolate caliente en una taza, por aquello que dicen que es afrodisíaco), mientras visionas una película en la televisión o el simple tartaleo de las llamas de una chimenea. Es importante que en el suelo haya una alfombra bien mullida por lo que pudiera pasar.
Esta escena gana puntos si transcurre en un refugio de montaña. Pero la versión Premium de todo ello, indudablemente, tiene que pasar en un lugar especialmente frío, aislado y exótico. Para ello, nada como un iglú en Suecia, como los que ofrece el Jukkasjärvi It Hotel, en el Círculo Ártico sueco. La manta, además, será de piel de reno, y hay disponibilidad de sauna privada. Además, si surge la chispa, el hotel también ofrece un servicio de bodas rápidas en una capilla de hielo habilitada para ello.
2. Mil y una noches
Si preferís un ambiente más cálido, entonces la respuesta está en
Tozeur (Túnez), una ciudad-oasis en mitad del desierto tunecino, para sentirse como si estuvieses viviendo la obra de las
Las Mil y Una Noches, la célebre recopilación en árabe de cuentos del Oriente Medio medieval
Rodeada por dos mares de sal gigantes, Tozeur cuenta con un palmeral gigantesco. Más allá del mar de sal, el Sahara, infinito y colosal. Si os tumbáis en una hamaca, enseguida os sentiréis contagiados por la calma y el silencio, mientras degustáis unos dátiles: el palmeral de Tozeur produce numerosas variedades.
3. Re-casarse en Las Vegas
A pesar de su tufo hortera (¿acaso el Día de San Valentín no es hortera en sí mismo?), una de los lugares donde puedes disfrutar más intensamente tu matrimonio es
Las Vegas. Allí, casarse o volverse a casar es cuestión de minutos en la capilla Little White, y todo está al servicio del espectáculo. Además,
podéis disfrazaros de Elvis y Marilyn, y no necesariamente en sincronía con vuestro sexo.
Aquí os damos algunas claves para casaros en Las Vegas.
Además, después del espectáculo, la diversión puede trasladarse al hotel, a algún musical, a un restaurante bonito. Si queréis moveros con cierta soltura por la Ciudad del Pecado, recordad los Diez trucos, mitos y otras cosas que no sabía pero descubrí en mi primer viaje a Las Vegas.
4. Dilo con Tango
Dicen que el Tango no es solo un baile, sino una forma de hacer el amor mientras suena música de fondo. Por ello, nada más romántico que
marcarte un baile sensual con tu pareja (rosa entre los labios opcional) después de haber cenado con un buen vino. Y el mejor lugar para hacer algo así es la capital del Tango: Buenos Aires. En definitiva, decenas de clubes de iluminación tenue son ideales para remontarse a la glamurosa década de 1930.
5. La isla del amor
Bienvenidos al epítome de las islas románticas. Es tan romántica que incluso tiene forma de corazón (siempre que la contempléis desde las alturas). La llamada "Isla del Amor" forma parte del pequeño archipiélago Skoljici, que se sitúa al sur del puerto de Zadar, a unos 600 metros de la costa de Dalmacia, aunque
su nombre verdadero es Galesnjak. Su dueño, Vlado Juresko, ha permitido que algunas parejas se casen en el peñón y una agencia de cruceros privados organiza picnics isleños. Sin embargo, no es la única:
aquí tenéis más islas con forma de corazón.
Fotos | Wikipedia
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