Al parecer, el tema no solo da para hacer chistes ingeniosos sobre las diferencias entre hombres y mujeres, también ha preocupado a psicólogos cognitivos, que al parecer han encontrado diferencias de rendimiento entre ambos sexos por sus capacidades espaciales.
Los experimentos de laboratorio realizados al respecto sugieren que los hombres se orientan espacialmente mediante el cálculo del tipo “tengo que ir más al norte, y luego un poco al oeste”. Las mujeres, por el contrario, tienden a orientarse mejor mediante puntos de referencia del tipo “debo girar a la derecha cuando llegue a la gasolinera”.
Esta tendencia (los expertos todavía no se ponen de acuerdo si tiene un origen biológico o simplemente cultural) conduce a que las mujeres necesiten rotar un mapa si no está en la posición “correcta”. Es decir, que los mapas parecen estar diseñados más para hombres que para mujeres, y por ello, también, podría darse la tendencia a que las mujeres sean menos hábiles con ellos.
Para evitar esto, en 1998, John y Ashley Sims diseñaron un mapa invertido, facilitando las cosas para los que, al viajar al sur, no hacen la rotación mentalmente. Y al parecer funciona, pues estos mapas “femeninos” se han vendido por cientos de miles de copias.
Otra opción de la que las mujeres ya pueden aprovecharse es de los navegadores GPS de los coches o los teléfonos móviles, porque pueden rotar automáticamente cuando se gira. Los hombres, sin embargo, suelen configurar el navegador GPS para que mantenga el norte en el norte mientras se conduce.
Como señala irónicamente Ken Jennings, un experto en mapas, esto es “el equivalente cartográfico a dejar levantada la tapa del váter.”
Más información | Psique y eros Foto | Paul Vlaar