Las fronteras tienen un componente de arbitrio que se pone de manifiesto cuando tratamos de orientarnos en un enclave (en Europa hay 11) o sabemos que existe una tirolina que te permite cambiar de país.
A veces las fronteras generan casos extraños o singulares, como es el caso de este puente internacional que solo mide tres metros.
Puente internacional muy corto
El puente de El Marco mide solo 3,2 metros de largo por 1,45 metros de ancho. Localizado de un lado en el distrito de El Marco en Badajoz (España) y de otro lado en Arronches (Portugal), es el puente internacional más corto del mundo. Los países están separados por el rió Abrilongo.
El puente actual se construyó en 2008 con fondos proporcionados por la Unión Europea: anteriormente era tan precario que se reducían a unas pocas tablas de madera por la que se traficaba ilegalmente (en la parte portuguesa vendían café y toallas, y en la parte española se vendía vajilla, vino y cuchillos).
Este modo de vida se vino abajo tras la entrada en vigor del tratado de Schengen en 1994, que abolió las fronteras interiores de la Unión Europea, y su agonía se agravó cuando en 2002 el euro se convirtió en la moneda común.
El puente es tan pequeño que no se puede atravesar en coche, solo a pie. Pero lo bonito es que con dos zancadas podemos ir cambiando de país alternativamente.
Otros puentes fronterizos cortos
Otra vía nimia que une dos países es el que hay entre Polonia y República Checa. A unos pocos metros de la triple frontera con Alemania, unn pequeño camino de asfalto discurre entre las fronteras checas con sus vecinos, de modo que uno puede cruzar de Polonia a Alemania pasando por Chequia en apenas un kilómetro y poco.
Unos metros de hormigón con unas barandillas verdes adosadas que cruzan un límite internacional es otro puente cortísimo que vuelve a unir España con Portugal. Concretamente, Rihonor de Castilla con Rio de Onor.