La Ruta del Tempranillo: tras los pasos de un bandolero

En 1805 nace José María Pelagio Hinojosa Cobacho, un bandolero andaluz que hizo carrera en tiempos de asaltos en los caminos. Se convirtió en un personaje famoso y temido en su época: "El Tempranillo", y hoy podemos seguir sus pasos en un itinerario que lleva su nombre.

La Ruta del Tempranillo encadena los lugares del interior andaluz donde este bandolero nació y vivió, asoló caminos y reunió a sus hombres, creció como figura mítica y se escondió de la ley, hasta su muerte, asesinado en 1833. Nació en Jauja, cerca de Lucena en la provincia de Córdoba, y de allí tuvo que huir siendo aún adolescente por cargar ya con una muerte en su haber, a tan temprana edad.

Asaltos, muertes, contrabando. Fue miembro de diversas bandas que mantenían en vilo a los habitantes de la zona y jaqueaban a quienes se aventuraban por los caminos entre Málaga, Córdoba y Sevilla. Eran tiempos de bandoleros. Como su colega el "Tragabuches" que vivía y contrabandeaba entre Gibraltar y la zona del Estrecho.

La Ruta del Tempranillo recorre esos mismos caminos hilvanando los pueblos que le vieron pasar sumidos en el temor, entregados al poder impuesto por las armas. Jauja, Alameda, Casariche, Benamejí, Palenciana, Badolatosa y Corcoya. Pueblos del interior andaluz, en comarcas hermosas y donde sus casas blancas, plazas e iglesias guardan los recuerdos del bandolerismo romántico del siglo XIX.

Quienes quieran revivir la historia de un bandolero, pueden hacer este recorrido que está estructurado alrededor de los centros temáticos que nos acercan al Tempranillo, su época, su paisaje, las costumbres populares de entonces.

  • Centro temático del Bandolerismo Romántico
  • Centro temático del Campo Andaluz, en Alameda
  • Centro temático de las Termas Romanas, en Alameda
  • Centro temático del Río Genil
  • Centro temático del Paisaje Natural
  • Centro temático de la Gastronomía, Fiestas y Costumbres Populares

Existe además un Salvoconducto para quienes recorran el territorio del Tempranillo. Es una credencial donde coleccionar los sellos de los diferentes puntos visitables en la ruta. Este "salvoconducto" recuerda el documento que durante la Edad Media se utilizaba para asegurar el paso libre y seguro de viajeros y mercancías.

De modo alegórico, el Tempranillo concede ahora ese paso seguro a los viajeros del siglo XXI que transitan por sus tierras. Tiene un coste de 6 euros (se compra en los centros temáticos y oficinas de turismo de las localidades) y además de servirnos de recuerdo de la ruta temática, ofrece un descuento de aproximadamente un 50% en las entradas de los centros.

Así como la vida del Tempranillo comenzó en Jauja, en Alameda encontramos su tumba, en el patio mausoleo de la Iglesia de la Inmaculada Concepción. En un típico patio andaluz, la sepultura se encuentra rodeada de azulejos y macetas floridas a la sombra de palmeras.

Sin dudas, un personaje para conocer, una historia para revivir. Un arquetipo de su época. Un tipo a quien no le tembló el pulso en su lecho de muerte para escribirle una carta al Rey Fernando VII (también a punto de morir) para echarle en cara la desilusión por haber creído en su palabra:

"Yo, José María Hinojosa Cobacho, conocido como el tempranillo, a causa de la corta edad con la que me tire al monte con los niños de Écija, me dirijo a ti Fernando, rey de las Españas, en mi lecho de muerte, que solo me quedan pocas horas de estar vivo si así lo dispone ese Dios que nunca he visto ni sé si veré..."

"... Herido a traición por una mala bestia, uno al que llaman el barberillo, bandolero de Estepa que deshonra a los de su misma especie y condición, acabo de dictar mi última voluntad..."

"... Porque si de algo me arrepiento no es de haber esquilmado al rico para dárselo al pobre, de eso estoy orgulloso, ni siquiera de algunos de los crímenes que cometí, o que en mi nombre se cometieron, puesto que algunos muertos están bien muertos y yo simplemente, ordene se cumpliera un destino que ellos habían escrito de antemano con sus crueles e injustos desmanes."

"De lo único que me arrepiento, y al pensarlo mi conciencia arde como una tea, es de haber entregado mi alma y mis ideas, lo que es peor, la de mis hombres, a tu podrido indulto, rey taimado, aquella oscura y gélida mañana en la ermita de Corcoya. "

De poder viajar en el tiempo, me hubiera gustado conocer al tal José María Pelagio Hinojosa Cobacho. Pero como éso no es posible, al menos puedo seguir sus pasos por la Ruta del Tempranillo. Espero esta primavera poder hacerlo, ya les contaré.

Tal vez también me de una vuelta en octubre por Grazalema, ya en la provincia de Cádiz mas al oeste. Allí se recuerda al Tempranillo de forma particular: todo el pueblo se viste a la usanza bandolera durante un fin de semana, evocando su paso por alli.

La esposa del bandolero era natural de la zona, y en Grazalema dió a luz a su hijo y murió en el parto. Ese pasaje de la vida del bandolero, y su huida de la ley con el cadáver de su esposa a la espalda y su hijo recién nacido atado al pecho, dan el argumento ideal a una reunión que aúna historia y romanticismo. En Grazalema, además, se encuentra la tumba de la esposa del Tempranillo.

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