Si de viajes exóticos hablamos mi imaginación no puede evitar trasladarse a Indonesia, concretamente al Parque Nacional Gunung Leuser, en la isla de Sumatra: un magnífico bosque tropical de casi 8.000 kilómetros cuadrados de extensión donde todavía es posible asistir al espectáculo que nos brinda la naturaleza más salvaje.
Naturaleza en estado puro, eso es la selva de Sumatra. Kilómetros y kilómetros de vegetación exuberante donde, además de plantas, habitan especies únicas de animales como el tigre o el rinoceronte, actualmente en peligro de extinción.
Y es uno de esos animales, el orangután, lo que representa el mayor atractivo para todos aquellos que deciden acercarse a la zona. Sumatra es, junto con Borneo, uno de los dos únicos lugares del mundo donde aún pueden verse orangutanes en libertad, a pocos metros de distancia, sin nada que te separe de ellos y en igualdad de condiciones: una experiencia absolutamente indescriptible.
Resulta difícil expresar lo que uno siente al adentrarse en una de las reservas naturales más grandes de Asia, sin más compañía que la de un guía autorizado, a la expectativa de ver aparecer en cualquier momento uno de estos enormes animales en las copas de los árboles.
El camino hasta ese encuentro es tanto o más emocionante todavía. Si crecisteis leyendo El Libro de la Selva o Tarzán y alguna vez soñasteis con atravesar uno de estos frondosos bosques bajo tormentas tropicales, ayudándoos de ramas y lianas para avanzar, la experiencia os apasionará.
Pero es en el momento del encuentro con los orangutanes cuando la voz se apaga, los músculos se bloquean y la piel se eriza. Están ahí, a escasos tres o cuatro metros de nosotros, y su mirada fija y llena de interrogantes, actúa como un fuerte imán… ¡Cuidado! Los orangutanes están en proceso de readaptación a la vida salvaje y sus reacciones pueden ser imprevisibles: mejor mantenerse a una distancia prudencial.
El recorrido por el Parque Nacional Gunung Leuser suele completarse, según su duración, con una o varias noches durmiendo en plena selva, junto al río Bohorok que ya en 2003 demostró su poderío llevándose por delante la pequeña aldea de Bukit Lawang.
En esta ocasión, seamos nosotros quienes dominemos al río regresando a la aldea practicando rafting sobre sus caprichosas aguas en neumáticos de camión: un divertido final para una experiencia inolvidable.
¿Cómo llegar al Parque Nacional Gunung Leuser?
La forma más sencilla de llegar hasta Bukit Lawang, puerta de entrada al Parque Nacional de Gunung Leuser, es tomando un autobús desde la ciudad de Medan, situada a unas cuatro horas de distancia.
Los autobuses locales no disponen de aire acondicionado y sus asientos a veces parece que vayan a desintegrarse en el momento de sentarse en ellos, pero nada que unas cuantas cuantas canciones tocadas por un par de jóvenes músicos ambulantes no ayuden a olvidar.
Una vez en Bukit Lawang sobran opciones de alojamiento en bungalows u hoteles perfectamente integrados en el entorno, así como varios restaurantes y bares que, aunque sencillos, garantizan ambiente nocturno hasta unas horas nada despreciables tratándose de una aldea en la selva. ¡Welcome to the Jungle!
Fotos | Josh and Erica Silverstein y Carmen
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