Uno de mis planes de viaje para Filipinas era nadar con tiburones ballena, los peces más grandes del mundo. Para ello fui hasta el el lugar donde es más accesible sumergirse y observarlos de cerca. Así llegué a Oslob, en la isla de Cebu, en Filipinas. Un destino todavía desconocido para los extranjeros, pero no para los filipinos, que suelen ir los fines de semana.
Los tiburones ballena, o butandings, como se les conoce en Filipinas, son el único superviviente del género Rhincodon. Existen desde hace 60 millones de años y, con sus más de 12 metros, son considerados los peces más grandes del mundo.
Es posible ver tiburones ballena en varios lugares de Filipinas, donde frecuentan zonas próximas a la costa durante ciertos meses del año. El más conocido es Donsol, al sur de Luzon, de marzo a abril. Allí se contrata una excursión en barco con oteadores, pero no garantizan su avistamiento.
Sin embargo, en la isla de Cebu, al sur de Oslob, los butandings han tomado la extraña costumbre de acudir cada día a escasos metros de la orilla para que los pescadores les den de comer. Es un hecho insólito, pues son animales que recorren enormes distancias para alimentarse.
Ha sido una de las experiencias más impactantes de mis días en Filipinas. A las 6:15 de la mañana, todavía adormilado, me tiré al agua y me desperté viendo estos animales. Son muy pacíficos, y aunque probablemente hubiera cabido en esa enorme boca, solo la abren para filtrar agua. Tienen los ojos ridículamente pequeños, en comparación con su tamaño, y algunos llevan rémoras. Se mueven lentamente, pero con precisos movimientos para esquivar turistas, barcas y no tocar el fondo.
¿Realmente protegen a los tiburones ballena?
En torno a los butandings se ha creado en Oslob un observatorio donde el objetivo prioritario es su protección. De hecho, explican claramente las normas y todo parece bien organizado. Pero, ¿realmente se está actuando responsablemente? No dejan de ser animales salvajes que principalmente se alimentan de plancton y que ahora están acostumbrando a comer bolas de pescado en el mismo sitio.
Por otra parte, la distancia de cuatro metros establecida no se respeta y las barcas y los pies de los turistas más torpes, acaban tocando el cuerpo del enorme pez.
Información útil
Para llegar a Oslob hay servicio regular de autobuses desde la terminal Sur de Cebu City. La playa donde han montado el observatorio está 12 kilómetros más al sur, en Tan-awan. Es mejor pasar una noche en Oslob y madrugar al día siguiente, pues más tarde hay más gente. En tu alojamiento pueden buscarte el transporte. Evita los fines de semana, ya que hay mucho turismo local.
Los pescadores empiezan a las 6, y a las 6:15 es la primera visita. Para ello, reparten a los visitantes en barcas de 6 personas, explican las normas y se paga la entrada (1.000 pesos, unos 17 euros). Las gafas y el tubo están incluidos. Las barcas se alinean cerca de la orilla, detrás de los pescadores y te dejan 30 minutos en el agua para observarlos.
Fotos | Christian Jensen y Janey En Diario del Viajero | Los mejores lugares del mundo para avistar ballenas En Diario del Viajero | Transporte público asiático. Filipinas: jeepney