En primer lugar, contemos un poco qué venía ocurriendo en la realidad del turismo interno chino. Por lo visto, al turista chino medio no le importa ni la cultura, ni las tradiciones, ni la historia, ni los paisajes, ni la interrelación con los habitantes del lugar donde viajan. Ellos viajar para: a) jugar o b) comprar.
De hecho, algunos países hacen su agosto todo el año recibiendo jugadores chinos (y hasta construyendo casinos especialmente a su medida) Saben muy buen de este tema, y del dinero que ingresan gracias a este tipo de "turistas". Llegan en un vuelo y del aeropuerto van directo al Casino. Después de horas y horas de dejar dinerito fresco, vuelven a casa en otro vuelo. Algunos ni siquiera llegan a tomar una noche de hotel y pueden pasarse un fin de semana pegados a las tragaperras y las mesas de blackjack (o lo que jueguen).
Eso no sólo sucede con casinos de Macao, Singapur o Japón, sino que hay verdaderas caravanas de buses hacia Las Vegas y Reno, cargadas de chinos residentes o de visita en ciudades de Estados Unidos como San Francisco.
Otro gran atractivo para los turistas chinos para salir de su país y para moverse dentro de las fronteras propias, es el comprar. La entrada de una gran masa de chinos a la sociedad de consumo, mas el crecimiento de una potente clase media y una fortísima clase alta con grandes ingresos, hizo explotar el turismo de compras. Tanto sea viajes individuales de millonarios chinos a Tokio, Moscú, París o Barcelona para arrasar las tiendas de marca, como un símil para la clase media china.
Para este segmento de viajeros, durante los últimos años se han multiplicado por mil los programas de compras camuflados como "viajes low cost". Publicitados como "Viaje a XXX por 0 yuans" Siendo XXX un destino atractivo. El tema es que los turistas compran el programa que efectivamente cuesta 0. Lo que no se aclaraba suficientemente es que el viaje incluía paradas obligatorias en tiendas y centros comerciales en cada traslado.
Del aeropuerto al hotel, pasando por una tienda y parando 2 horas. Del hotel a la visita de la ciudad, parando en un centro comercial 3 horitas de "tiempo libre". Excursión al templo de no sé qué, vía tiendas varias (con media hora para la visita y 2 horas para compras). Y los ávidos turistas-compradores se dejaban en los comercios 4 o 5 veces lo que podría costar un tour normal... y el organizador llevándose su comisión que compensaba con creces los costos "cero" del programa.
Además, estas excursiones incluían cosas tan disparatadas como: compras forzosas en determinados lugares; modificación de los itinerarios sin aviso ni compensación sólo para agregar centros comerciales; cancelación de servicios (de las comidas por ejemplo) sin previo aviso y siempre para prolongar el tiempo de compras.
La nueva Ley de Turismo de China no habla de los turistas que salen a jugar fuera de China, pero pone límite a los viajes por 0 yuans y a todas estas situaciones descabelladas que abusaban del turista. Tiene un extenso y detallado artículo hablando sobre las consecuencias legales para los organizadores de tours que sigan estas prácticas: multas, decomiso de material de trabajo, cierre de oficinas y hasta la cárcel.
Además de estas cuestiones, la ley intenta cambiar la reputación que tienen los turistas chinos en le exterior."Groseros y maleducados" con conceptos que se repiten cuando se habla de turistas chinos en el exterior. Las autoridades han intentado aconsejar mejores comportamientos a sus nacionales cuando salen de viaje, pero sus conductas poco respetuosas con el medio ambiente, y las costumbres de los países que visitan, les han ganado la antipatía generalizada. Como decía el New York Times hace poco: gastan e insultan libremente.
El artículo 13 de la nueva ley establece claramente que "los turistas (chino) deberán observar el orden público y respetar la cultura y moral local durante sus actividades turísticas, mostrando especial respeto por las costumbres locales, las tradiciones culturales y las creencias religiosas del lugar que visiten, así como respetar su medio ambiente..."
Después que un adolescente chino de vacaciones en Egipto grabara un grafitti en un muro con jeroglíficos de mas de 3.500 años de antigüedad (Ding Jinhao estuvo aquí escribió el poco iluminado turista), el vice Premier chino Wang Yang se avergonzó públicamente de algunos comportamientos de sus compatriotas en el exterior.
Hay cosas que no se pueden conseguir con un artículo de una ley. ¿Qué opinas? ¿Has tenido algún "encuentro cercano" con algún turista chino?
Foto | Sarah Marshall En Diario del Viajero | Mas de 100 millones de turistas chinos en 2020 ¿Dónde viajarán?