Jordania es un país de Asia ubicado en la región de Oriente Medio, y tiene una inmensa influencia otomana y árabe, que se demuestra en su arquitectura, que incluso tiene matices romanas y fenicias. El plato más representativo de la gastronomía de Jordania es el mansaf, elaborado con cordero, arroz y un yogur seco denominado jameed. Pero una vez hayáis alimentado vuestros ojos y paladares con Jordania, deberéis hacer hueco en la maleta para lo siguiente:
1. Un pañuelo tradicional
Un símbolo del país, el pañuelo en la cabeza de color rojo y blanco (conocido como shemagh, o una keffiyeh en otros países árabes) se usa principalmente en el desierto y es tradicional para la cultura beduina.
Tiene un dibujo geométrico que varía de unas zonas a otras y que es, también en función de la región. Su motivos tejidos podrían tener su origen en representaciones de redes de pescadores o de espigas procedentes de la antigua Mesopotamia. La kufiyya está a menudo sujetada a la cabeza por un cordón llamado agal.
2. Productos del Mar Muerto
Pero después de daros un baño gratuito en este lugar, una de las aguas más saladas del mundo, más tarde podéis llevaros un fragmento a casa: muchos spas y tiendas de regalos en Jordania venden productos con barro del Mar Muerto.
3. Especias
El Za’atar es un condimento utilizado en una gran cantidad de platos de cocina árabe y se compone de una combinación de cualquiera o todos estos ingredientes: tomillo, semillas variadas, orégano, zumaque y sésamo.
4. Cerámica pintada a mano
Imágenes | Pixabay