Hace un tiempo nos asomábamos a Nueva York desde el exclusivo Hotel Gansevoort, y hoy volvemos a los sueños de lujo y relax en la gran ciudad, deteniéndonos en el hotel Peninsula, en concreto en su Salón de Ning, con vistas sobre la Quinta Avenida. Subimos a la azotea del hotel, a este sofisticado espacio, para disfrutar de una panorámica única.
El Salón de Ning es de estilo oriental, con una decoración exclusiva que nos traslada a un ambiente lejano desde un rascacielos. La decoración está basada en la Shanghai de los años 30, "La París de Oriente". Podemos tumbarnos en alguna de sus camas chinas a disfrutar de las vistas al tiempo que tomamos una copa.
Para cócteles se abre a diario de las 16 horas a la una de la madrugada. Para comidas, o más bien brunchs, se abre los domingos de 11'30 a 14'30. Podemos consultar su carta de bebidas desde la web del hotel, y vamos a encontrar desde cervezas o tequilas a los vinos y champagnes más caros. Eso sí, no aparecen los precios de ninguna de estas bebidas. Será para no asustar...
Por supuesto, no todo en este espacio está al aire libre, también cuenta con una estancia techada, de una decoración algo más barroca. Por cierto, el nombre está inspirado en "Madame Ning", una señora de ficción protagonista de una historia que la situaba en el Sahanghai de los años 30.
El Salón Ning también se puede reservar para eventos privados. Todo un lujo al alcance de muy pocos... No me importaría subir a la azotea de este salón para rodearme de este ambiente tan especial, y tal vez de alguna celebrity neoyorkina.
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