Una de las mejores cosas que tiene este país es que puesto que su historia es corta, la cuidan mucho. Hay un afán de restaurar todo aquello que tenga más de sesenta años, por eso las misiones, las iglesias, o los fuertes como el de San Marcos están en perfecto estado de revista y de ello hacen pingüe negocio cobrando la entrada en dólares contantes y sonantes.
Un paseo por el fuerte es muy ilustrativo, pues la historia está contada al detalle en placas y vídeos. El hecho de que el español que hablen los actores de los vídeos sea con acento sudamericano no nos tiene que extrañar; la comunidad hispana es cada vez más grande y también más poderosa. En estas placas nos enteramos de datos curiosos, como el infructuoso asedio inglés de 1740, que duró 27 días. Los ingleses jamás conquistaron la Florida, se la cedimos en 1781 como contrapartida a la Luisiana que Francia nos cedió. Luego se la ganaría en buena lid guerrera un personaje héroe de dos naciones de quien hablaremos más adelante.
Pero una de estas placas nos llamará la atención; es la dedicada a Francisco Menéndez. Un hombre negro vestido a la moda europea del XVIII. Leyendo su historia descubriremos que hubo muchos Franciscos Menéndez; esclavos fugados de las plantaciones del sur que obtenían refugio en La Florida. España les concedía la libertad y los protegía si se convertían al catolicismos. Estos hombres libres constituyeron las primeras milicias de hombres negros en Norteamérica.
Nuestra sorpresa se tornará estupor al recorrer las calles del Pueblo Español, por un lado porque esto parece Dysneilandia y en nada se parece a un pueblo español, pero también cuando descubramos la placa dedicada a Jorge Biassou, quien resulta ser nada menos que el primer general negro en la Historia de Norteamérica. Y lo fue del Ejército Español. Espera, espera, has leído bien. ¿Suena raro? Pues mejor te lo explico en el vídeo.