Hace 100 años, Alice Ramsey fue la primer mujer en cruzar Estados Unidos conduciendo un coche. Para celebrarlo, otra mujer, Emily Anderson se propuso imitarla.
El recorrido original desde la costa este (saliendo de Nueva York) a la costa oeste (llegando a San Francisco) llevó a Alice a ser una figura dentro del incipiente mundo del automóvil.
El viaje se realizó (en ambos casos) en un automóvil Maxwell DA de 1909. Ramsey se convirtió inmediatamente en un símbolo dentro de la sociedad americana de principios de siglo XX: una mujer podía conducir, sola (en realidad viajó acompañada de tres amigas) y los automóviles eran confiables y seguros (no tuvo ningun incidente grave en toda la ruta, salvo las pinchaduras lógicas, alguna avería y los molestos insectos).
Alice, además de su empeño por llegar a la otra costa americana, tenía la intención de demostrar que las mujeres eran capaces de realizar todo aquello que se proponían. Horatio Nelson Jackson, había completado el mismo viaje (en sentido inverso) en 1903, siendo el primer hombre en cruzar Estados Unidos en coche.
En todo su itinerario, sólo tuvo algo más de 200 kilómetros de ruta asfaltada, especialmente cuando cruzaba las principales ciudades. Situación completamente distinta a la que se encontró Emily Anderson en su viaje que le llevó también 30 días.
A modo de anécdota, es bueno saber que Maxwell vendió algo mas de 9.000 vehículos en el año 1909, para pasar a vender más de 25.000 en 1910, una vez finalizado el cruce.
Es justo recordar también a las compañeras de ruta de Alice: Nettie Powell, Margaret Atwood y Herminie Johns. Mujeres que supieron romper moldes y aventurarse a la ruta.
El viaje homenaje realizado por Emily Anderson, finalizó bajo el Golden Gate, en San Francisco. Algo impensado para su antecesora, ya que el puente no se había construído aún cuando realizara el cruce de costa a costa en coche.
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