De este modo, un operativo completo hizo que los hielos llegasen a la capital argentina intactos para que el público que por allí paseaba se sorprendiese con el espectáculo que los bloques de un blanco puro y de un frío increíble brindaban.
Para ello la Secretaría de Turismo de El Calafate debió contar con una organización que incluyó a los buzos de la Prefectura Naval Argentina quienes durante dos días extrajeron 20 toneladas de hielo desprendidas del glaciar de forma natural, además de un camión de 4 metros de alto y casi 20 de largo que mantuvo a los hielos a 15 grados bajo cero.
De este modo los hielos emprendieron un largo viaje de tres días y medio en el que recorrieron los cerca de 3.000 kilómetros que separan al Parque Nacional Los Glaciares de la esquina donde finalmente se mostraron al público.
Fue así que los bloques se convirtieron en los protagonistas de una campaña que incluyó una pantalla gigante que reproducía los atractivos de El Calafate y la presentación de promociones y descuentos que procuran atrapar al turismo local que poco acceso tiene a ese destino por lo caro que les resulta y, claro está, al turismo internacional en tiempos de crisis.
Pero ¿Bastará un trozo de hielo para que la gente, en época de economías congeladas, decida gastar sus ahorros en un viaje? El tiempo lo dirá, pero no hay dudas de que el esfuerzo fue grande y la idea muy original.
Vía | Clarín Sitio Oficial | Secretaría de Turismo de El Calafate En Diario del Viajero | Los derrumbes del Glaciar Perito Moreno