Si lo recorréis a pie preparaos para una travesía de casi una hora de duración. Y es que este puente flotante tiene un tramo de 2,300 metros de longitud, que a su vez forma parte de un trayecto de 4,750 metros. Pero ¿dónde está?
Este gigantesco puente se encuentra en Seattle, Estados Unidos, y cruza el lago Washington en Evergreen Point. Un total de 250.000 toneladas de hormigón le otorgan forma y se sustentan sobre un sistema de flotadores de cemento de cien metros, anclados con cables.
El nombre del puente es Evergreen Point Floating Bridge o Governor Albert D. Rosellini Bridge, y está obligado a ser flotante porque el lago que salva tiene más de 60 metros de profundidad: resultaría imposible construir pilares que sujetaran la estructura a tanta profundidad.
Su construcción dio término en 1963, pero actualmente se encuentra en proceso de remodelación porque su vida útil está llegando a su fin. Tampoco es a prueba de terremotos, y en caso de que amanezca con mucho viento, el puente se cierra.
Vía | Fierasdelaingeniería