La hermosa ciudad de Bariloche ha sido castigada mas que otras localidades después de la erupción del volcán Puyehue. Junto con la localidad de Villa La Angostura, del otro lado del Lago Nahuel Huapi, vio cubiertas sus calles de un espeso manto gris. Su gente ha puesto manos a la obra y ha limpiado Bariloche de ceniza.
A quienes conocemos bien la zona, se nos hizo un nudo en el pecho al ver las imágenes del lago cubierto de ceniza volcánica. A las puertas del inicio de la temporada de invierno, la mas fuerte en una zona con magníficos recursos de nieve y centros de esquí de gran altura, el volcán amenazaba con frustrar la llegada de miles de turistas.
De hecho, el aeropuerto está aún cerrado y lo seguirá estando hasta la semana próxima. Pero los primeros grupos de estudiantes ya están llegando en autobuses desde todas las provincias argentinas, desde Chile y desde Uruguay. Es éste uno de los clásicos del invierno austral: el viaje de fin de curso a la nieve de Bariloche.
Y los que llegan se encontrarán con una ciudad limpia gracias a dos jornadas voluntarias que bajo el lema "Bariloche, mi ciudad" ha llamado al trabajo a sus habitantes. A pesar de los grados bajo cero, mas de 4.000 personas acudieron con palas a recoger ceniza y dejar libres las calles, aportando su esfuerzo al del equipo de limpieza de la ciudad.
La nieve ya no estará mezclada con el gris, y quienes se lleguen a Bariloche tendrán un marco limpio y blanco para divertirse.
Vía | Página 12 Foto | Phillie Casablanca En Diario del Viajero | Bariloche, Argentina: el teleférico del Cerro Otto