Sin duda es este uno de los encendidos de Navidad más esperados y más conocidos en todo el mundo. Miles de neoyorquinos y de turistas acudieron al Rockefeller Center de Manhattan para contemplar el encendido del árbol navideño que preside esta plaza, en el primer día en el que se iluminan las 30.000 bombillas que lo decoran.
Esta tradición se remonta a 1933, cuando los trabajadores que construían el rascacielos querían tener algo de espíritu navideño durante su jornada laboral. Por supuesto, el modesto árbol de entonces poco tiene que ver con el gigante que vemos hoy día, una de las imágenes más reconocibles de la Navidad neoyorquina.
El pino mide 22 metros de alto y ha sido rodeado con ocho kilómetros de cable para iluminar sus ramas. Desde hace un par de años se utilizan lamparitas LED de bajo consumo para su decoración. Cada año, el árbol, que se podrá ver hasta el 7 de enero, recibe la visita de entre dos y tres millones de neoyorquinos y turistas.
Junto a él se puede patinar sobre hielo, conocer las tiendas decoradas también festivamente (que invitan a no olvidarnos ningún regalo), y, cómo no, a hacernos una foto junto al gran árbol de Navidad del Rockefeller Center para llevarnos el recuerdo a casa.
Vía | EFE En Diario del viajero | Encendido de los árboles de Navidad, Una navidad especial en Weimar, Alemania