Ello no me habría molestado demasiado si, por su culpa, el guía que nos enseñaba las diferentes localizaciones no hubiera tenido que centrarse en hablar de puerilidades para contentar a la mayoría del público reinante, pasando de largo por pequeñas maravillas que yo había venido a visitar ex profeso.
Por ejemplo, en nuestra primera parada del carricoche, atisbamos de lejos una plaza central típica de pueblo. Sólo dedicamos diez segundos a ella. Afortunadamente nos pudimos descolgar del grupo unos minutos, mientras proliferaban las bromas tipo “¿Ha visto usted mis Tetas?”, para acercarnos a la plaza, verlo todo de cerca, y hacer algunas fotos. Aquella plaza era mítica. Era una plaza comodín que había sido empleada en innumerables películas, y se reconocía enseguida. Pero sobre todo era la plaza (con cenador incluido) del idílico y edénico pueblo de Stars Hollow, donde se desarrolla la serie de televisión Las chicas Gilmore.
Lo más sorprendente, sin embargo, es abrir la puerta de la mayoría de las tiendas, restaurantes y viviendas. Dentro no hay nada. Solo un gran vacío cruzado de travesaños y restos de mampostería. Como el backstage de un teatro.
Otra cosa que me dejó de piedra fue descubrir una gran instalación que parecía un hospital. Bueno, en aquel momento sólo parecía un hospital. En realidad aquel edificio se usaba como hospital, como oficinas, e incluso como aeropuerto (al parecer sale muy caro grabar en un aeropuerto de verdad).
También vimos el subsótano donde el dueño de Gizmo tiene su tienda de baratijas, de la película Gremlins.
En la siguiente y última entrega de esta serie de artículos continuamos con este tour, en el que también visitamos un museo muy especial, así como la icónica cafetería de Friends: Central Perk.
Fotos | Sergio Parra En Diario del Viajero | Los Angeles, una ciudad desierta