No hay nada como vivir cerca del trabajo. Nos ahorramos traslados y podemos dormir un rato más sin temor a llegar tarde. Eso habrán pensado estos pilotos de compañías aéreas que se han mudado a vivir en verdadera comunidad de autocaravanas en el mismísimo aeropuerto de Los Angeles.
Los turnos de servicio de los pilotos les exigen vivir cerca del aeropuerto base de su compañía o donde le destinen. Muchas veces esta circunstancia les lleva a estar lejos de su verdadero hogar muchos días por mes si no quieren usar su tiempo de descanso trasladándose a la ciudad donde vive su famiia.
Estos pilotos han encontrado una solución intermedia: han establecido un barrio de caravanas en las proximidades del Aeropuerto Internacional de Los Angeles, su lugar de trabajo habitual.
Las caravanas se ubican en el parking B del aeropuerto, a escasos 1.000 metros de la pista sur. El ruido parece no incomodarles, sin embargo, las casas rodantes están bien aisladas de la luz para aprovechar cada hora para el descanso.
Son unas 100 "viviendas" organizadas en avenidas y calles y hasta cuentan con un código de convivencia. La competencia ente aéreas parece no haber llegado a esta comunidad, ya que unos y otros comparten charla, pasatiempos y hobbies cuando están lejos del verdadero hogar.
Dentro de la precariedad, ésta parece una solución mucho más racional que vivir a 5 o 6 horas de coche del lugar de trabajo. Especialmente cuando por las necesidades del servicio, los horarios son tan flexibles que resulta muy difícil trasladarse tanto y combinar vida familiar con la tarea de de piloto comercial.
Vía | LA Times