El Metrocable hasta Santo Domingo
Moverse en Medellín es extraordinariamente más fácil que hacerlo en la capital colombiana. En Medellín, el metro es una muy buena y eficaz forma para desplazarse de un punto a otro de la ciudad, pero además, tiene algo único que lo convierte además en una experiencia inolvidable. Devido a la orografía de la ciudad, situada en un valle, algunos de sus barrios más populares se encuentran elevados en las laderas de algunos montes. Para llegar hasta ellos existe el Metrocable.
El Metrocable es una prolongación del metro (el precio es el mismo, está totalmente integrado) que se adentra a lo alto para llegar a las zonas en las que el metro nunca podría llegar. El barrio de Santo Domingo es un buen ejemplo de ello, desde allí, las vistas sobre todo Medellín dejan con la boca abierta. Una muy buena manera de ver la ciudad con otra perspectiva.
El Parque-Biblioteca España
Tras un viaje en Metrocable hasta Santo Domingo, visitar el Parque Biblioteca España es casi obligatorio. Se trata de uno de los muchos esfuerzos para convertir a la que un día fue la ciudad más peligrosa del mundo, en una ciudad viva gracias a la cultura. Finanzada en parte por el Gobierno Español, se trata de un moderno edificio en el que se programan actividades culturales, exposiciones, charlas y encuentros y que sin duda, sirve como dinamizador del barrio.
El entorno es muy interesante de conocer ya que se podrá ver otra de las caras de Medellín. Santo Domingo, como barrio popular que es, se vio muy afectado por el conflicto que años atrás oscureció Colombia entera y en particular la ciudad de Medellín. Pero por fortuna, los años de violencia y drogas han terminado y en la actualidad Santo Domingo es seguro y simpático.
El Museo de Antioquía
Para los amantes del arte el Museo de Antioquía a priori desconocido podría ser un museo considerado de talla mundial. Su gran exposición de obras (esculturas, pinturas, bocetos, dibujos...) de Fernando Botero lo convierten junto al Museo Botero de Bogotá en uno de los principales lugares en los que disfrutar de su curioso estilo.
No obstante, además de obras de Botero, el museo cuenta con exposiciones itinerantes realmente interesantes, así como una colección fija de arte moderno latinoamericano que bien merece una pausada visita. La entrada cuesta 10.000 pesos colombianos (aproximadamente 3,5 euros) pero para los colombianos de los estratos 1, 2 y 3 la entrada es gratuita.
La Plaza Botero
Justo enfrente del Museo de Antioquía se encuentra la Plaza Botero, llamada así en honor a la multitud de esculturas de Botero que el artista donó a la ciudad. Sus 7500 metrso cuadrados son un lugar perfecto para tomarle un pulso a la siempre activa y vibrante ciudad mientras se admiran de forma libre y evidentemente gratuita las esculturas de Botero.
Pese a que la plaza se construyó en el año 1999, las 23 esculturas no se colocaron en ella hasta el año 2002, procedentes originalmente de otras ciudades como Nueva York, Madrid o París. De ese modo, otra vez más, Medellín convirtió una zona un tanto oscura en un gran centro de actividad ciudadana seguro y colorido.
Los Jardines Botánicos de Medellín
Por último, también en el centro de la ciudad, se encuentra el fantástico Jardín Botánico de Medellín. Bajo el eslogan de "El Jardín es tuyo", la alcaldía de Medellín construyó los jardines pensando únicamente en el pueblo. Por ello son un lugar totalmente agradable en el que pasear y evidentemente son de entrada libre y gratuita.
Uno de sus lugares más reconocidos es el "Orquídeorama", una zona cubierta arquitectónicamente muy interesante en la que crecen, gracias a la humedad controlada permanentemente bellísimas orquídeas. A parte de todo de tipo de vegetación, en el Jardín Botánico también hay pequeños animales como monos. En definitiva, una experiencia diferente e ideal para escapar del bullicio de la ciudad.
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