El proyecto Couch Surfing es muy conocido por la comunidad mochilera: gente que ofrece su hospitalidad desinteresadamente (por ejemplo, poder dormir en el couch, es decir, el sofá), a cambio de saber que las otros miles de personas de la comunidad en todo el mundo también te ofrecen un rincón de su casa. Existen iniciativas similares como Hospitality Club.
Es menos conocida la historia de su nacimiento. Un gran ejemplo de que para conseguir cosas, el primer paso es pedirlas. Casey Fenton era un joven americano con billetes de avión baratos para Islandia, poco dinero y menos ganas de pernoctar en alojamientos para turistas.
Ni corto ni perezoso, recopiló en foros de Internet 1.500 direcciones de correo de estudiantes islandeses y les escribió... ¡a todos!, explicando su situación. Y el número de respuestas positivas fue sorprendentemente elevado.
La experiencia se tradujo en unas fabulosas (y baratas) vacaciones en Islandia. A su vuelta se dio cuenta de que esa solidaridad podía funcionar en todo el mundo y comenzó a programar una web donde todo el mundo pudiera registrarse para pedir y ofrecer un rincón donde dormir. Al cabo de tres años de trabajo, Couch Surfing vio la luz definitivamente.
Seis años después, más de un millón de usuarios en 232 países de todos los continentes demuestran que las pequeñas ideas pueden convertirse en grandes éxitos.
En Diario del Viajero | El Proyecto Couch Surfing