Gondar, en Etiopía, en la región de Amhara, es un lugar tan mágico que incluso J. R. R. Tolkien se inspiró en él para inventar Gondor («La ciudad de piedra», en élfico) en el contexto de El señor de los anillos.
La ciudadela, erizada de castillos, es un ejemplo único de un estilo particular de arquitectura, el llamado «estilo de Gondar» (sobre una base local árabe se integran las influencias del estilo barroco europeo, introducido por los misioneros portugueses, y las técnicas arquitectónicas indias de la cocción de la cal).El castillo más espectacular de esta villa medieval en mitad de África es el castillo de Fasilidas, formado por un edificio de base rectangular flanqueado en las esquinas por cuatro torreones. El castillo del emperador Iyasu constituye el edificio más alto de la ciudadela.
En total, esta área cercada de 70.000 metros cuadrados contiene seis castillos, varios edificios auxiliares, túneles y pasillos. La entrada al recinto cuesta 50 birr (unos dos euros).
Gondar fue capital del reino de Etiopía hasta finales del siglo XIX, cuando fue incendiada en diversas ocasiones. En 1979 fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La ciudad posee el aeropuerto de Azezo, y la Universidad de Gondar, en la que se encuentra la principal facultad de medicina de Etiopía.
Orígenes
Durante el siglo XVII la población de la ciudad se estimaba en más de 60.000 habitantes, siendo así la segunda ciudad más grande del mundo en relación a su población, y alrededor de Fasil Ghebi se levantó una muralla de 900 metros de longitud con 12 puertas y dos puentes.
Vía | Tejiendo el mundo
Fotos | Wikipedia