Algunas películas llegan a ser un clásico. Una de ellas es "La Reina de África", esa historia de amor en tiempos de guerra atravesando los escenarios del interior africano. El marinero de corazón tierno y la misionera rígida con espíritu guerrero. Y el barco, un protagonista mas que tiene su propia historia y que es hoy una atracción turística en los Cayos de Florida.
Este ha sido hasta ahora el final de su carrera. Conozcamos un poco mas cómo llegó hasta allí.
La Reina de África fue construida en 1912 en un astillero inglés bajo el nombre de S/L Livingstone. Apenas fue botado, el barco fue enviado hacia el Lago Alberto, en la frontera de entonces entre el Congo belga y Uganda. Acualmente la frontera entre Uganda y la República Democrática de el Congo divide al lago en dos mitades.
La Reina de África sirvió durante décadas transportando misioneros, carga, mercenarios o grupos de caza entre el río Nilo superior y los lagos de la cuenta del Lago Victoria.
En 1951 el director de cine John Huston vio el barco y lo alquiló para rodar su película. Fue entonces cuando fuera rebautizado con este nombre. Sobre sus tablas, Humphrey Bogart y Katherine Hepburn pasaron semanas de intenso rodaje en los escenarios naturales. (Bogart ganó el único Oscar de su carrera con este papel)
El barco era demasiado pequeño para llevar las cámaras a bordo por lo que tuvieron que construir una réplica de algunas partes del mismo en tierra firme para rodar los planos cortos de los protagonistas. Algunas escenas se llegaron a filmar en decorados en Londres, sobre todo con personajes secundarios.
La Reina de África tuvo que "actuar" en distintas locaciones: en los Estudios Sepperton en el Reino Unido, en Biondo, el río Ruiki y las Cataratas Ponthierville en República Democrática del Congo; las cataratas Kabalega, el Lago Alberto, las Cataratas Murchison, Puerto Butiaba en Uganda.
Una curiosidad: la película "La Reina de África" fue la inspiración de Walt Disney para crear una de las atracciones originales de Disneyland: "Jungle Cruise". Y no erró. El público la aceptó desde el principio y se ha multiplicado en casi todos sus parques.
En 1968 el barco viajó a Estados Unidos para transformarse en el juguete del dueño de un restaurante de San Francisco, y dos años después fue comprado por un comerciante de Oregon que se hizo con él con sólo hacerse cargo de la factura impaga del amarre desde su llegada al país. Desde Oregon, trasladó el barco mas tarde hacia Florida para utilizarlo en las aguas cálidas del Golfo en viajes charter por la costa.
Poco a poco, el olvido y la falta de un mantenimiento adecuado, fueron convirtiendo a "La Reina de África" en una sombra de lo que había sido. Hasta 1982 en que fortuitamente por un abogado de la familia de los descendientes de Bogart: abandonada en un campo cercano a Ocala, tapada por la hierba y excrementes de vacas.
Pagó 65.000 dólares y se la llevó a Cayo Largo donde invirtió otros tantos dólares para hacerlo operativo para visitas de turistas, con base en el hotel Holiday Inn. Durante esos años, el barco viajó como "pieza de exhibición" al 90 cumpleaños de la Reina Madre en Londres y 50 aniversario de la Batalla de Dunquerque (1990). También fue llevado a Nueva York, Sidney e Irlanda.
A partir del 2001, cuando su motor se rompió, quedó anclada en Cayo Hueso como curiosidad para los turistas, hasta que en el 2012 los dueños de una empresa local firmaron un acuerdo con los dueños para hacerse cargo de la restauración. Después de una detallada tarea, la "La Reina de África" ganó un nuevo motor, y volvió al modesto esplendor de sus orígenes.
Hoy presta servicios llevando a turistas a recorrer los alrededores de Cayo Largo, en cruceros cortos de un día, o salidas nocturnas para cenar en un cayo cercano.
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