Douz, la puerta al Sahara

Douz es la antesala al desierto. El último oasis antes de la larga marcha al desierto para todavía algunos beduinos que viven la ancestral costumbre nómada.

Cuando la última palmera emerge de la arena, una puerta blanca, sencilla y sin demasiados ornamentos, da paso al desierto del Sahara. Y, como si de un faro se tratara, recibe a los navegantes que surcan las olas de arena del desierto.

Douz es uno de los lugares más turísticos de Túnez ya que alberga oasis y desierto a su vez. Desde aquí se pueden realizar travesías de una o incluso diez noches por el desierto con mantas y comida para proveerse durante el camino. Existen bastantes agencias, por lo que es necesario negociar el precio. En Noviembre rondaba entre 30 y 40 dinares la noche. Una noche en el desierto puede dar la idea de lo que significa el Sahara pero, si se dispone de tiempo, es mucho más recomendable pasarse unas cuantas más para llegar al desierto soñado de grandes dunas y arena blanca. Con una noche, las luces de la ciudad todavía se perfilan en el horizonte y no es difícil encontrar rastros de quads, alguna existente maleza que crece sabe dios cómo en la arena e incluso alguna especie de vertedero popular a escasos metros de la puerta a Douz. Una noche en el Sahara sería algo así como el desierto del Rajasthan si alguno ha estado por ahí. Muy recomendable por supuesto, pero si disponeis de más días, no lo dudeis ni un minuto.

Por lo que respecta al pueblo de Douz, no existen muchos lugares que visitar pero sí ofrece la sensación de merodear por un pueblo mediador entre nómadas y habitantes del oasis. La ancha plaza de Souk, con sus arcadas, transporta a unos años atrás y se nota que es temporada baja de turismo en Noviembre por la tranquilidad en las calles y la poca presencia extranjera.

Más información | Oficina Nacional de Turismo de Túnez

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