Para celebrar el Día Internacional de los Museos y la jornada de puertas abiertas que celebran, esta mañana he visitado el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), que cuenta estos meses con una excepcional colección de arte clásico proveniente del British Museum, como os contamos hace unos días.
La exposición "La Belleza del cuerpo" se organiza en 3 salas, y muestra un recorrido por la representación del cuerpo humano en su plasmación real o proyectada al imaginario mítico. En total, hay 125 piezas, de la que destaca como estrella el Discóbolo que el emperador Adriano disfrutó en su villa en Tívoli (Italia, siglo II).
Antes de introducirnos en las salas, nos recibe un vídeo con una explicación de lo que vamos a ver, de dónde proviene la colección, cuál es es origen de toda una cultura, que también es la nuestra.
En la primera sala se han agrupado las piezas con la temática de "belleza masculina, femenina y rostros". Hay figurillas de bronce, esculturas, y los motivos son humanos, cuerpos y rostros que reflejan el ideal de belleza griego, esculturas de atletas, dioses, ninfas, cómicos.... Destacan la cabeza de Hera o la del anciano filósofo Crísipo.
En la segunda sala, el hilo conductor es el realismo en el arte, la plasmación de la vida cotidiana griega en multitud de piezas, esculturas que presentan oficios, juegos, vasijas, joyas, urnas funerarias...
Es en la tercera sala vamos a viajar al Olimpo. Nos recibe una gran maqueta de lo que sería ese Monte en su época de esplendor, con una explicación visual de los distintos edificios y zonas, junto a lo que queda hoy día de este famoso lugar. Los atletas, tratados como semidioses, protagonizan este tercer paso en la exposición. Es en esta sala donde vamos a disfrutar de la visión del Discóbolo. Se trata de una escultura universalmente famosa, réplica del perdido Discóbolo en bronce de Mirón.
Los cuerpos de los dioses y sus transformacione stambién llenan esta sección, personalmente me ha encantado una escultura que representa a Baco y a una figura personificación del vino, o la esfinge que espera al fondo de la sala. Las escenas de los atletas inundan las vasijas, los platos y las ánforas en esta sala, en los omnipresentes colores arcilla y negro.
Aún nos espera otra sala con el arte clásico como protagonista. En la antigua capilla del Hospital Provincial de Alicante, edificio en el que se sitíúa el MARQ, encontramos la exposición "Huellas Griegas en la Contestania Ibérica". Pretende mostrar las influencias griegas en el territorio ibérico conocido como Contestania, que ocupó la actual provincia de Alicante y tierras limítrofes.
Se trata de piezas influenciadas por la iconografía griega, que recoge elementos como monedas, vasijas, esculturas... La recopilación se ha hecho de los fondos del mismo MARQ, pero también de otros museos españoles como el Prado o extranjeros como el Louvre o el British. Pero tal vez nos llame la atención más la belleza de la misma sala, reconvertida en biblioteca y como espacio de exposiciones, con la gran lámpara de lágrimas presidiéndola.
Una vez hemos pasado las salas para las temporales, pasamos a las exposiciones permanentes. Tiene una sala de Prehistoria, de cultura ibérica, cultura romana, Edad Media y culturas moderna y contemporánea. Las disposiciones audiovisuales son estupendas, y hay que recorrer con detenimiento cada espacio, con muestras muy interesantes.
Destacan las reproducciones de un barco, el interior de una iglesia o una cueva y cómo se explorarían dichos espacios. Cómo esconden tanta información y tantos datos culturales que nos llegan hasta hoy gracias a la arqueología.
Si queréis aprovechar el día de entrada gratuita, os aconsejo ir a primera hora. Después las colas se alargan y la espera puede hacerse eterna, ya que la entrada se realiza en grupos de 50 personas para ir viendo las salas. De cualquier modo, hay hasta el 13 de octubre para disfrutar de la exposición, y la entrada tan solo cuesta 3 euros.
Vale la pena ir cualquier otro día, con la ventaja de que la visita podrá ser menos tumultuosa y más tranquila. En cualquier caso, las exposiciones permanentes también merecen la pena. No en vano, el MARQ es, junto al museo Guggenheim de Bilbao, el único museo de España que ha recibido el premio Museo Europeo del Año (año 2004).
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