Vimianzo, do mar á terra: gastronomía con rigor histórico

Vimianzo, do mar á terra: gastronomía con rigor histórico
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Las gentes de Vimianzo quieren que además de que paremos allí para visitar su castillo nos quedemos a comer en alguno de sus restaurantes. Y para ello han creado este año la iniciativa Vimianzo, do mar á terra. Se trata de algo en cierto modo bastante novedoso y que da una distinción a su oferta turística: nos proponen que comamos como se hacía en el pasado, con el buen servicio de hoy día, y con rigor histórico. La propuesta es un menú castreño (de la Edad del Hierro) o un menú medieval.

Y como imaginaréis por el título de la iniciativa, uno de los productos estrella en la confección de esta propuesta gastronómica es el pescado. Porque aunque Vimianzo es un municipio de interior sin puerto propio, está tradicionalmente conectado con otros puertos cercanos como el de Laxe. Así, el pescado fresco de la Costa da Morte es una opción a tener en cuenta cuando allí nos sentamos a la mesa, como también fue en otras épocas pasadas que ahora se recrean en el paladar.

Con la supervisión de dos arqueólogos, Víctor Bejega García y Eduardo González Gómez de Agüero, y del cocinero Miguel Silvarredonda, los restauradores de Vimianzo han elaborado en sus restaurantes dos menús usando solamente ingredientes existentes en los periodos que se intentan reflejar –la Edad del Hierro y la Edad Media- así como técnicas de cocina de aquel entonces.

Así, las propuestas no han podido contar con alimentos cuyo uso en el pasado no esté constatado mediante investigaciones arqueológicas. No hay, por ejemplo, aceite para freir y en su lugar los alimentos son cocidos en agua, ni tampoco como aderezo de la ensalada pero para esto sí se utilizaba un aliño cítrico. Como es obvio, tampoco hay rastro de la patata, o de otras frutas cuyo consumo no está registrado en la Edad de Hierro o en la época medieval.

Se intenta huir así de esa moda de los mercadillos medievales y otras atracciones turísticas que no reflejan realidades históricas y que no son más que un disfraz. En Vimianzo, do mar á terra se ha optado por el rigor. Y cómo no, por el sabor. Yo pude probar uno de estos menús, concretamente el medieval de O Castillo y he de reconocer que disfruté mucho con su gallina medieval, que tenía una salsa de un color amarillo tan vivo como su sabor. Y cómo no, las filloas son un imprescindible cuando se va a Galicia, y en este caso eran rellenas de compota de pera.

filloasgallegas

No sólo participan en la iniciativa gastronómica de Vimianzo los restaurantes, que son un total de cinco, sino que también se han sumado bares de pinchos y panaderías, donde podemos comprar, entre otras cosas, empanadas hechas con harina de centeno.

Además, para servirlos se ha realizado una vajilla ex profeso compuesta por platos, cuencos o jarras de barro, obra de un alfarero de Buño, que recrean otros enseres similares encontrados en yacimientos, para completar así esta reconstrucción histórico-gastronómica.

Si os ha interesado esta propuesta gastronómica y aún os falta mucho para tener vacaciones y viajar hasta la Costa da Morte para degustar la oferta castreña y medieval de Vimianzo, podéis ir abriendo boca desde vuestras casas pues en la web del proyecto encontraréis varias videorrecetas para probar vuestras dotes de cocinillas medievales. En esta web encontraréis además los establecimientos en los que se ofertan los menús castreños y medievales y sus respectivos platos.

Fotos | Álvaro Onieva Enlace | Menús castreños y medievales en Vimianzo En Diario del Viajero | El castillo de Vimianzo en la Costa da Morte

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