Dublín es una ciudad que, con el clima a favor, invita a recorrer sus calles y barrios para sumergirse en su vorágine cotidiana, pero también detenerse en sus lugares emblemáticos para conocerlos. Estas son algunas de las iglesias que no puedes perderte en Dublín.
Y digo algunas, porque hay muchas y no todas las pude conocer, pero si tuviera que escoger algunas imprescindibles, el listado sería el que sigue. Incluso, alguna de ellas ha sido reconvertida y en ella ya no se escuchan misas sino que se puede tomar un café y comprar souvenirs (bueno, esto también se puede hacer en otras...).
Catedral de San Patricio
Volveremos sobre esta iglesia dedicada al patrono de Irlanda, Saint Patrick's Cathedral. Es la mayor de las dos catedrales de la Iglesia de Irlanda. Se construyó junto a un pozo en el que según cuenta la leyenda San Patricio bautizaba a aquellos paganos que se convertían al cristianismo.
Originalmente la catedral era una simple iglesia de madera construida el siglo V en honor a San Patricio. Fue en el siglo XII cuando la iglesia fue reconstruida en piedra. La catedral actual se construyó en el año 1200 y se finalizó en el 1270.
En los años posteriores, se han realizado una gran cantidad de renovaciones, pero se ha logrado preservar la pureza histórica del edificio. La colosal torre oeste, que fue construida en 1370, cuenta con uno de los carillones más grandes de Irlanda.
Hoy día es una delicia pasear o descansar por el parque que hay junto a ella, sobre todo, para esperar si te quedas en la puerta porque hay un oficio y se puede entrar a visitarla. Hay que asegurarse de los horarios de visita (de pago, 5'50 euros, incluida en el Dublin Pass).
Catedral Christ Church
La Catedral Christ Church, también conocida la Catedral de la Santísima Trinidad (Cathedral of the Most Holy Trinity) es la más antigua de las dos catedrales protestantes de Dublín (junto a la de San Patricio).
Aunque pude pasear por su exterior en varias ocasiones, y asistir atónita al inmenso repicar de sus 19 espléndidas campanas que anunciaban misa, no tuve la posibilidad de visitarla en su interior, y no será porque no lo intentamos. Pero los horarios de visita de los días festivos son muy escuetos.
Esta catedral también comenzó siendo un pequeño templo de madera creado por el rey vikingo Sitric en el año 1038. Posteriormente, en el siglo XII comenzó la construcción de la actual iglesia de piedra. La catedral fue restaurada en su práctica totalidad en el siglo XIX y, aunque se trató de conservar al máximo su aspecto medieval, la iglesia sufrió muchos cambios.
Bajo la iglesia se sitúa una enorme cripta del siglo XII que constituye la estructura más antigua de Dublín que aún se mantiene en pie. En ella se pueden ver algunas exposiciones además de tomar algo en una cafetería que sorprende al visitante.
De su exterior destaca un pequeño puente, construido en 1870, que comunica la catedral con Synod Hall, el lugar en el que se encuentra el museo de exposiciones vikingas de "Dublinia", otra de nuestras asignaturas pendientes en Dublín.
Iglesia de San Michan
La Iglesia de San Michan se fundó alrededor en el siglo XI como capilla para la colonia danesa que se asentaba en este territorio. Durante alrededor de cinco siglos fue la única iglesia que existió en la orilla norte del río Liffey y en la actualidad es la única que queda de origen vikingo a este lado del río.
La iglesia fue reconstruida por completo en 1685 otorgándole su apariencia actual. Su fachada es sobria, su interior humilde, y es bastante pequeña. Destaca el órgano tallado en madera fina, uno de los mas más antiguos de Dublín (1724). No obstante, hay algo que hace a esta iglesia más peculiar y capaz de inspirar a Bram Stoker para escribir su célebre "Drácula".
El punto más importante de la Iglesia de San Michan está debajo del suelo. A lo largo de los túneles de piedra de la cripta se reparten numerosas cámaras funerarias. La peculiaridad es que los ataúdes de los difuntos están abiertos y se puede ver los restos humanos totalmente semi-momificados y arenosos.
Entre las momias destacan la de una monja con 400 años de antigüedad, la de un hombre al que le faltan las manos (probablemente un ladrón) y los pies o la de un cruzado al que se le partió en dos para que entrara en el ataúd... ¿No da escalofríos?
La entrada a esta iglesia es gratis y se pueden hacer visitas guiadas por 3'5 euros.
La iglesia de Saint Andrew, Oficina de Turismo
Esta no será la iglesia más bonita que conozco, pero sin duda sí es una Oficina de Turismo impresionante. Si deseas tener la información más completa, coger mapas y folletos, comprar tus pases para transportes y visitar la ciudad, tomarte un café o llevarte algún souvenir, te recomiendo que lo hagas en la Oficina de Turismo de la calle Suffolk, ubicada en la antes iglesia de Saint Andrew.
El edificio actual se construyó en 1860, cuando la antigua iglesia de 1665 se quemó. La iglesia fue restaurada y adquirida por el Ayuntamiento recientemente, que la ha convertido muy acertadamente en Oficina de Información turística de la ciudad, con una cafetería en la segunda planta (y acceso a wifi gratis, todo hay que decirlo, ya que no era fácil en Dublín encontrar una conexión).
Me quedé impresionada al entrar en esta iglesia, que conserva sus arcadas y cristaleras, y resulta interesante subir hasta la última planta, para llegar a esos lugares de altura a los que en una iglesia "al uso" nunca podrías acceder.
Iglesia carmelita de Whitefriar Street
Por último, me he acordado de que San Valentín está en Dublín, en concreto en la iglesia carmelita de Whitefriar Street. Por desgracia me he acordado al volver de la ciudad, por lo que me quedé sin visitarla.
La Iglesia de Whitefriar Street es una de las más grandes de Dublín, y aunque poco conocida (excepto por los enamorados muy bien informados), merece la pena su visita.
En fin, aún hay muchas iglesias para visitar en Dublín con muchos atractivos, para la devoción o para la admiración, aunque hemos destacado unas cuantas para que vayáis abriendo boca y planificando el viaje y vuestras paradas.
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