La historia del Camino de Santiago tiene varias vertientes, una bien externa y más extendida y otra que se adentra en las fisuras sutiles del misterio, de la leyenda incluso.
Comenzaremos por la historia más ortodoxa o exotérica del camino para irnos adentrándo poco a poco en las vertiente más oculta, misteriosa o esotérica.
Orígenes del Camino de Santiago
Santiago el Mayor, según una vieja tradición, predicó antes de regresar a Palestina y ser decapitado, el Cristianismo por la Hispania romana. Posteriormente su cuerpo sería trasladado de nuevo a Hispania por sus discípulos para ser enterrado en la costa gallega.
Este “hecho” hizo que apartir del siglo IX se comenzase a extender el rumor de que el sepulcro del apóstol Santiago se encontraba en Compostela (Galicia). Pronto las cortes cristianas, así como la iglesia católica se esforzaron en extender la nueva al pueblo e indicaban que para ayudar a ganar la salvación eterna se debía ir a Compostela en peregrinación.
Ante aquel bello descubrimiento, del lugar donde supuestamente habían sido encontrados los restos del apóstol, el rey Alfonso II el Casto ordenó la construcción de una iglesia sobre dicho emplazamiento.
Un detalle que avivaría estos sucesos y sería el caldo de cultivo perfecto para los acontecimientos posteriores, tuvo lugar en el año 844 cuando el rey de Asturias, Ramiro I se enfrentó contra los moros. Según se cuenta el mismo apóstol se le apareció con su caballo blanco y con una espada en la mano, para enfrentarse a sus enemigos; desde entonces se le conoce como Santiago “Matamoros”.
El Papa Calixto II ya en el año 1122 proclamó “Año Santo Jacobeo” a cada 25 de julio que cayera en domingo. Tras las cruzadas, el camino entra en declive y prácticamente pocos son los peregrinos que lo transitan. Alfonso II o El Cid Campeador fueron unos de sus peregrinos más ilustres de aquella época.
Junto con la llegada de peregrinos como era de esperar iban desarrollandose aldeas y poblaciones que se enriquecían de su paso, aunque muchos de ellos eran pobres y prácticamente mendigaban. Las posadas era junto con los hospitales, monasterios, iglesias, lugares donde resguardarse a la noche.
Por las rutas del camino de Santiago se fue creando una ruta comercial de considerable importancia. Muy pronto la nobleza castellana comenzaría a realizar su peregrinaje, aprovechando los cortos tiempos de paz entre los reinos cristianos de la Península.
El camino de Santiago era en aquel momento considerado como uno de los principales caminos para la “Tierra Santa”, y junto a Roma o Jerusalén se colocaba entre los lugares santos más importantes del cristianismo occidental.
Historia “oculta” del Camino
Sin embargo, parece que en el caso de Compostela, la “ruta” empezó antes, mucho antes. Algunos expertos defienden que la ruta compostelana es muy anterior a la posible presencia, casi inverosimil del apostol Santiago en estas tierras. Fue una ruta “hermética”, en la que los peregrinos se guiaban siguiendo el curso de la Vía Láctea. De ahí el término “compostela”, “campo-de-las-estrellas”.
En cualquier caso, en algún hecho histórico se tuvieron que basar quienes lo trazaron en aquellas fechas medievales. Sabemos que ya en la época paleocristiana, los discípulos de Prisciliano recorrieron esa ruta portando el cadáver de su Maestro.
Este misterioso personaje, Prisciliano, nació en el año 349 y por aquel entonces Galicia era un mítico lugar de ancestrales cultos celtas, donde se decía que se realizaba una peregrinación de los druidas del continente y era la última etapa de su iniciación antes de llegar a los confines del Finisterrae.
Casi nada se puede afirmar si fueron los seguidores quienes trazaron la ruta jacobea o esta ya era un itinerario druida anterior, si los restos que hoy se atribuyen a Santiago Apóstol son lo de Prisciliano, si los Cátaros o los Templarios que surgieron años después defendían los mismos intereses y creencias que este gnóstico.
Así, en la zona de Laguardia en Rioja, encontramos megalíticos en forma de dólmenes y San Millán de la Cogolla tiene una gran tradición de eremitas.
Orden del Temple
Por otro lado la Orden del Temple dejó muchas edificaciones a lo largo del camino, como la enigmática iglesia de Eunate, cerca de Pamplona o la Iglesia del Santo Sepulcro en Torres del Río. Es por estos y muchos otros datos que el camino tiene historias paralelas y recorrerlo nos sumerge en ese otro lado menos conocido y que abraza el misterio y los saberes herméticos.
Se le podría considerar la continuación de antiguas tradiciones o prácticas ancestrales que desde la noche de los tiempos habían empujado a muchas personas a caminar en busca del fin del mundo (Finis Terrae), de la tierra mágica donde se alcanza la sabiduría, donde se completa alegóricamente nuestra unión con la unidad, con la energía universal.
Juego de la Oca
En unos párrafos anteriores hablabamos de los templarios, en esta ocasión y aunque muchos se sorprenderán al encontrar aqui una mención al popular juego de la oca, existe una relación indisoluble entre esta, los monjes-guerreros y el camino, que no quería dejar pasar de largo. La oca ha sido considerada por la mitología como un animal sagrado y benéfico. En Egipto también era símbolo de divinidad.
Así, es posible que una orden mística como la templaria adoptara esta iconografía para marcar lugares donde se impartían enseñanzas y sabiduría. Los templarios europeos, como ya señalamos en esta entrada, tuvieron como una de sus misiones proteger el camino de Santiago y la basílica del apóstol como lugar santo de peregrinación.
El juego sería el camino y las ocas representarían los lugares seguros donde podrían refugiarse los guerreros de esta orden, emplazamientos donde “cierto saber” era protegido.
Las otras casillas como el pozo, el laberinto o la muerte serían lugares no seguros para la Orden o símbolos ocultos de un proceso iniciático. Por lo tanto si el juego es el camino de Santiago, sería lógico pensar que se representa en él lugares de ese recorrido.
Estos se emplazarían en los lugares oca, en los que, según los defensores de esta teoría, tendrían lugar las iniciaciones a la Orden. Por ejemplo, Pamplona sería la primera ciudad de relevancia del camino una vez unificada la ruta francesa y justo en sus aledaños se tienden dos puentes románicos.
Otro lugares a tener en cuenta y lo dejo a la reflexión del peregrino serían: el Puente la Reina, una construcción pegada al convento hospital que fue regentado por caballeros templarios; Logroño, León y Santiago de Compostela.
Algunas fuentes indican que Santiago no vino siquiera a España ni muerto, ni vivo y por tanto, consideran el camino como una invención de la Edad Media para poblar la desierta estepa castellana. En mi opinión personal, en el fondo, poco importa este hecho con el pasar de los siglos. Las piedras del sendero ya se cargaron de una mística, de una energía única y muy especial que trasciende nombres y fechas.
Después de todo lo comentado, no nos queda otra que decir, que cuando hablamos de la Ruta Jacobea hay que hacerlo desde diferentes planos: espiritual, social, geográfico, económico, cultural, monumental… Dicho de otro modo, viajeros, no existe un solo “Camino”.
En cualquier caso cada cual debe creer lo que su intuición, sus creencias o preferencias le dicten. Nos encontramos ante un sendero sin duda enmarcado en un halo muy especial. Sea cual fuere el móvil que nos lleva a cada uno a realizar este peregrinaje, sería bueno hacerlo abiertos, dúctiles a lo que el camino tiene que ofrecernos a cada uno.
Hoy me despido con el grito que lo peregrinos medievales lanzaban al avistar las torres de la catedral compostelana desde lo alto del cerro de Triacastela: “¡Ultreya!”
Imágenes | BIELE – Asturias en Imágenes, Soy de Aragón, Víctor Alonso, JuanjoL, leoncillo sabino
Más información | Organización Camino de Santiago
En Diario del Viajero | Guia del Camino de Santiago
Guia del Camino de Santiago
1. Introducción
2. La historia del Camino de Santiago
3. Preparar el Camino de Santiago (I)
4. Preparar el Camino de Santiago (II)