Uno de los problemas del branding es que, a la hora de poner un nombre comercial, no solo hay que fijarse en la sonoridad, sino también en los posibles significados que pueda tener tal nombre en idiomas tan mayoritarios como el español. Como bien tuvieron que aprender los que bautizaron las marcas de coche Mazda Laputa, al Nissan Moco o el Mitsubishi Pajero.
Un problema que incluso se ha producido, por otras razones, en lugares geográficos o en topónimos. Como Pölla, en Austria. En Canadá, al sur de la provincia de Ontario, tenéis Zorra. Y en Australia tenéis Warra. Y Puta está en Azerbaiyán, en las orillas del mar Caspio. En Alemania tenemos Kagar, un pueblo a unos 100 kilómetros de Berlín. En Estados Unidos también hay un pueblo llamado Joder. Podéis leer más sitios similares en Cinco lugares con nombres obscenos (que a veces no lo son tanto).
Esta particularidad del branding también afecta a determinados negocios, o incluso en parques infantiles. A continuación, algunos de los ejemplos más extravagantes:
1. Herpes Pizza
Este restaurante de desafortunado nombre se encuentra en Wisconsin, Estados Unidos. Supuestamente, el apellido del dueño es Herpes.
2. Mamada
En Japón encontramos esta estación de metro. La verdad es que en el lugar no parece haber nada interesante, pues es lo que los japoneses llaman inaka, es decir, provincia. Eso sí, vale la pena el viaje para ver con tus propios ojos el nombre de la estación.
3. Restaurante Teta Olga
Está en Rogotin, Polonia. Casi como la Teta Enrocascada de Abierto hasta el amanecer.
4. Zorrilandia
Está en Iznajar (Córdoba). Del estilo del jardín de infancia milanés Follador Nursery School.
5. Café Moco
6. Mal Hotel
Este hotel está situado en La Haya. Sin embargo, no apetece demasiado hospedarse en él.
7. Restaurante en París
Restaurante Chino-Vietnamita situado en Paris.
Vía | FutureTech | Taringa | Microsiervos