A raíz de las últimas noticias con respecto a la "no aceptación" (antes que lo reelijan) de la dirección de su país por parte de Fidel castro, mucho se ha hablado sobre la transición, los cambios y demás.
Ello me llevó a repasar una historia que viene desarrollándose como una novela en internet (especialmente en el portal Youtube) a raíz de las declaraciones de un estudiante frente al Presidente del Congreso cubano, Ricardo Alarcón.
Resulta que en un encuentro con estudiantes universitarios de informática, Eliécer Ávila, de 21 años, se anima a plantear a uno de los popes de sistema revolucionario de la isla, la voluntad de muchos cubanos de ir a hoteles o visitar determinados lugares del mundo. Habla de la libertad de moverse, entrar y salir de su país, conocer otras realidades directamente. Ni más ni menos que de libertad.
En el caso de Eliécer (influido por la retórica revolucionaria con que la se crió) se plantea: ¿por qué no puedo (aún en el caso de tener los recursos económicos necesarios) visitar, por ejemplo, el lugar donde murió el Che ?
A su intervención, la respuesta del señor Ricardo Alarcón no tiene desperdicio. Podríamos resumir sus ideas como:
- Para viajar se necesita dinero.
- El pueblo no necesita viajar. (¿ el pueblo no necesita dinero ?)
- Viajar sólo porque se tenga el dinero para hacerlo, no tiene sentido
- Bienvenidos los extranjeros que dejan aquí su dinero.
- Tú no tienes derecho a viajar.
A pesar de ser un dirigente comunista no se acordó de los derechos y libertades de su propio pueblo.
Por supuesto, a esta intervención del joven Eliécer, le siguió lo que la prensa cubana llama una campaña internacional de desprestigio. A quien le interese seguir el culebrón, con entrevista de la televisión cubana donde el muchacho quiere decir que no dijo lo que dijo (y piensa), puede hacerlo aquí.
Vía | El blog de Albert Barra