Una de las visitas obligadas para muchos de los turistas que se pasean por París es visitar la tumba de un legendario cantante del rock.
Hace 35 años, el cementerio de Pere Lachaise, en París, acogió el cuerpo de uno de los mitos de la historia del rock; Jim Morrison, líder del grupo The Doors. Desde entonces, una larga e inacabable peregrinación de fans han rendido homenaje a esta legendaria figura del rock.
Desde que un loco robó el busto del cantante en 1990, la tumba apenas se distingue entre sus vecinas sin vida. Se trata de una tumba pequeña, humilde, sobria, donde siempre hay velas encendidas, alguna rosa e incluso partituras para conmemorar su nombre.
Estos días cercanos al aniversario de su muerte, los responsables del cementerio se vuelven locos con la multitud de visitas que recibe el alma que cantó himnos de la historia del rock como The End, Break on through o Light my fire.
En el mismo cementerio también se hallan las tumbas de otros famosos como Oscar Wilde, Maria Callas, Edith Piaf, Moliere y Chopin entre otros. Mucho más famosos pero que, por fortuna para los sepultureros franceses, no desencadenan tales arrebatos como la del mito estadounidense.
Vía | Latino MSN